«El 14 de noviembre es la fecha indicada para recordar, también nosotros, que la diabetes es la causante directa de 25.000 muertes al año, de la ceguera del 16% de las personas invidentes, y de 7 de cada diez amputaciones no traumáticas en España. Pero sobre todo, es el día para recordar que combatir esta auténtica plaga del siglo XXI está en nuestra mano, porque en la mayoría de los casos viene asociada al sedentarismo, la obesidad, los malos hábitos de vida y, sobre todo, el desconocimiento de la misma hasta que sus daños resultan irreversibles.
En Castilla-La Mancha, en 2010 se cifraban en más de 100.000 las personas diagnosticadas, un 6% de la población, si bien un estudio de 2011 concretaba que la diabetes afectaba al 17,9% de la población mayor de 30 años, así como que el 7,2% desconocía padecerla. Hoy en día, se habla del 13% de la población afectada, diagnosticada o no, así como del crecimiento de la diabetes infantil.
Nuestra preocupación por la alta prevalencia de la diabetes siempre fue máxima, conscientes además de que la labor de prevención e información resultaba el mejor aliado, así como la investigación y la apuesta por aquellos tratamientos y sistemas de control que facilitaran la vida a las personas a las que la diabetes obliga a control intenso y medicación constante.
Por ello, se creó la Fundación de Castilla-La Mancha para la Diabetes: FUCAMDI, uno de los tres pilares sobre los que después se levantó en 2011 la Fundación Sociosanitaria de Castilla-La Mancha en cumplimiento a la Ley de Reordenación del Sector Público aprobada por las Cortes regionales, y sobre todo, se redactó y puso en marcha el Plan Integral de Diabetes Mellitus 2007-2010. Se elaboró el primer estudio epidemiológico sobre diabetes en Castilla-La Mancha y se creó el Barómetro sobre esta enfermedad, una idea innovadora que recibió el premio 2010 de Diario Médico.
Aquel Plan contemplaba cinco líneas estratégicas: Promoción de estilos de vida saludables y prevención de la Diabetes Mellitus, Diagnóstico precoz, Tratamiento y seguimiento, Abordaje de las complicaciones derivadas de la DM y Formación e investigación en diabetes, cada una de ellas con sus objetivos generales y sus objetivos específicos.
Todas las predicciones para nuestro país indican, si no hacemos algo, que la Diabetes Mellitus seguirá incrementando su prevalencia, y es necesario combatirla de frente. A nivel individual, los expertos recuerdan su carácter silencioso porque «no duele», no avisa; del mismo modo, mientras no se determine de manera oficial la diabetes como causa real de muchas muertes registradas como fallos orgánicos o de origen cardiovascular, parece que la sociedad no le prestará la debida atención.
El reciente aviso, por ejemplo, de la Organización Mundial de la Salud hacia el exceso en el consumo de carnes procesadas tiene mucho que ver con el crecimiento previsible de una enfermedad que está asociada a los malos hábitos de vida y de consumo, pero también con la pobreza, los cambios culturales y la falta de información.
Por ello, vamos a rescatar del cajón del olvido el Plan Regional contra la Diabetes Mellitus, e implementar el control epidemiológico, las acciones de información y formación, la investigación y la mejora de los tratamientos.
Teníamos un Plan contra la Diabetes, y volveremos a tenerlo. Contamos con varios aliados importantes: la inteligencia de los ciudadanos, la dieta mediterránea, y las asociaciones de afectados cuya labor es impagable.
Hay que insistir en la formación en las escuelas, porque el sobrepeso y la obesidad no son principalmente un problema de estética, sino de salud presente y futura. En estos momentos, uno de cada cuatro niños españoles tiene sobrepeso. La mitad de la población adulta también tiene un peso superior al recomendable, y un sexto de los españoles es ya directamente obeso.
Informar a la población de las verdaderas dimensiones de la diabetes como riesgo, como enfermedad y como epidemia; explicar que investigar en la mejora de los tratamientos está bien pero que el mejor tratamiento es prevenir su aparición mediante una vida más sana, y sobre todo, no bajar la guardia como administración serán el mejor antídoto y la más rentable de las apuestas desde el ámbito institucional».
Emiliano García-Page es presidente de Castilla-La Mancha.