La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, ha criticado hoy la firma por parte del Gobierno central de un protocolo para la transferencia de recursos hídricos del Júcar al Vinalopó y ha opinado: «No contento con agotar el Tajo, Mariano Rajoy se dispone a esquilmar el Júcar».
La Junta ha pedido explicaciones al Magrama por el trasvase del Júcar al Vinalopó.
«Está demostrando su desprecio hacia Castilla-La Mancha», ha afirmado la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, quien ha añadido que Castilla-La Mancha es «una región seca, que está agotada y a la que se le están hurtando todos sus derechos en cada rincón».
El procedimiento firmado contempla una cantidad de 50 hectómetros cúbicos destinados a cultivos de regadío y otra de 30 para abastecimiento humano.
En nota de prensa, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha recordado que se opuso al Plan Hidrológico del Júcar, que aún no ha entrado en vigor.
Por otro lado, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha remitido hoy jueves una carta al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) pidiéndole explicaciones por la decisión de impulsar un protocolo para hacer derivaciones desde el río Júcar a la zona del Vinalopó-Alacantí y la Marina Baja.
La consejera de Fomento de la Junta de Comunidades, Elena de la Cruz, ha anunciado hoy en Ciudad Real, donde ha mantenido una reunión con la alcaldesa de esta ciudad, Pilar Zamora, que hoy mismo la Agencia del Agua ha mandado una carta al Magrama en la que expresa su malestar por no haber sido informados de este protocolo, cuando Castilla-La Mancha «es una comunidad afectada» por este trasvase.
En esta misiva, ha dicho la consejera, también han reclamado a la ministra del ramo, Isabel García Tejerina, que les envíe el documento que han preparado para poderlo evaluar como comunidad afectada.
De la Cruz ha señalado que este nuevo proyecto de trasvase que contempla llevar 80 hectómetros cúbicos, 50 de ellos para cultivos de regadío y otros 30 para abastecimiento humano, tiene «visos de no ser legal».
En este sentido, ha explicado que los primeros estudios que ya ha realizado el Gobierno regional ponen de manifiesto que el propio plan del Júcar aún no ha definido si existen excedentes de agua o no en esta cuenca hidrográfica, por lo tanto, sino hay excedentes no se podrían hacer derivaciones.
Por otro lado, el Plan Hidrológico Nacional sí establece que es «un sistema deficitario», por lo que, en base ha esto, ha dicho la consejera, «no se puede llevar agua» de una cuenca deficitaria a otra.
Así mismo, ha advertido de que en su opinión la decisión de García Tejerina «responde claramente» a una intención del Gobierno central de «comprar votos» en Murcia de cara a las próximas elecciones generales.
De La Cruz ha lamentado la discriminación que, a su parecer, sigue sufriendo Castilla-La Mancha con respecto a otras comunidades autónomas como la Comunidad Valenciana o Murcia en materia de agua.
Una discriminación que se demuestra, según ha dicho, en el hecho de que García Tejerina hable de exenciones en la recuperación de los costes del agua para los regantes murcianos, cuando a los regantes castellanomanchegos «no se les ha hecho ninguna exención en el bombeo del agua de sus pozos».
Además, ha señalado que esta discriminación también es evidente en el hecho de que se prevean unas derivaciones de 30 hectómetros cúbicos para consumo humano desde Alarcón, cuando la ciudad de Albacete no tiene derecho a tener agua de este pantano.
Para la Junta de Comunidades, a Castilla-La Mancha se le está «ninguneando» cuando se argumenta este trasvase en la sobreexplotación que tienen los acuíferos de la zona del Vinalopó y no se tiene en cuenta, como reclama el Plan Especial del Alto Guadiana, la necesidad de 40 hectómetros cúbicos para los regadíos de Ciudad Real.
La consejera ha señalado que el Gobierno regional no va a permitir lo que considera «un nuevo ataque en toda regla» a Castilla-La Mancha y hacía los regantes de Albacete y Ciudad Real.
Finalmente, ha recordado que la solución a los problemas del agua debe venir por una política «justa para todos» y por que Murcia contemple que la solución a sus problemas viene por la desalinización del agua del mar y no por hurtarle el agua a Castilla-La Mancha.