La Guardia Civil ha detenido en Sonseca (Toledo) a un hombre y una mujer de nacionalidad china que mantenían a 10 compatriotas en condiciones infrahumanas para su explotación laboral en talleres textiles, con jornadas de trabajo de hasta 18 horas diarias.
La operación, denominada «Liuxang», comenzó cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la actividad que se desarrollaba en varios talleres textiles de Sonseca, donde los empleados y encargados, de origen asiático, desempeñaban largas jornadas de trabajo, incluso en horas nocturnas.
Los agentes identificaron a la pareja responsable de los talleres y comprobaron que los trabajadores, una vez acabada su jornada laboral, que podía llegar a las 18 horas al día, se desplazaban hasta dos viviendas, por lo que sospecharon que podían ser «pisos patera», según ha informado la Guardia Civil.
Los agentes realizaron cinco registros, tres de ellos en talleres textiles y otros dos en viviendas, en los que localizaron a 10 personas, todas de nacionalidad china, que trabajaban de forma irregular y en pésimas condiciones de vida.
Los talleres textiles no reunían ningún tipo de condiciones higiénico-sanitarias, tenían habilitado un «sórdido» espacio que hacía las veces de cocina donde se acumulaba la comida sin control sanitario, y otro de comedor donde todos los trabajadores convivían.
Además, en el patio de uno de estos talleres se localizó un jabalí muerto tirado en el suelo.
En los tres talleres textiles los agentes identificaron a nueve personas en situación irregular en España y en los «pisos patera» identificaron a otro ciudadano chino en la misma situación irregular.
Las 10 personas han sido puestas a disposición de la Brigada Provincial de la Comisaría de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía de Toledo.
Los registros se realizaron con el apoyo de la misma Brigada de la Policía Nacional de Toledo y de inspectores de Trabajo del Ministerio de la Seguridad Social.
La operación, en la que se ha intervenido material informático y documentación que está siendo analizada, la ha llevado a cabo la Policía Judicial de la Guardia Civil de Orgaz (Toledo), en colaboración con el Puesto de Mora, y ha estado dirigida por el Juzgado de Instrucción de Orgaz.