¿Qué tipo de problemas pueden encontrar ayudas en Cáritas, además de la recogida de alimentos…? ¿Hay esperanza, se sale de las situaciones en las que mucha gente llega a Cáritas…? ¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de conseguir en estos casos…? ¿Qué es lo más gratificante? Supongo que hay más que la fe que profesan… No se pierdan las respuestas de Antonio Espíldora, director de Cáritas Toledo. Las pueden leer en las próximas líneas y en la entrevista que publicamos íntegra en portada.
“LA LABOR DE ENTREGA DE ALIMENTOS NUNCA HA SIDO LA FUNDAMENTAL DE CÁRITAS, PERO CON LA CRISIS NO HA HABIDO MÁS REMEDIO”
¿Qué tipo de problemas pueden encontrar ayudas en Cáritas, además de la recogida de alimentos?
En realidad, la labor de entrega de alimentos nunca ha sido la fundamental de Cáritas o, por lo menos, no ha sido su razón fundamental de ser. La labor de Cáritas va más allá de una entrega material, va a la persona. Es verdad que en esta época de crisis no ha habido más remedio que hacer eso, vamos a ver si es verdad que esto se recupera y podemos aprovechar para hacer lo que realmente nos gusta, que no es dar simplemente alimentos, sino acoger a la persona, atenderla desde sus capacidades, estimularla para que vuelva al circuito de la sociedad. Nosotros lo que queremos, fundamentalmente, es eso, fomentar los programas que inciden en la empleabilidad, en la reinserción social, en la vivienda, que es lo que verdaderamente es tarea de Cáritas y esperemos que no tengamos que dedicar tantos recursos a la entrega de alimentos.
“QUE PERSONAS QUE ESTABAN DURMIENDO SIN TECHO Y EN EL CIRCUITO DE LA CALLE PUEDAN RECUPERAR SU DIGNIDAD, ESO YA DA ESPERANZA”
¿Hay esperanza, se sale de las situaciones en las que mucha gente llega a Cáritas?
Sí, hay esperanza. La primera esperanza es la felicidad que puedes dar a una persona simplemente con la atención y la acogida. El hecho de que a una persona le cambie la cara, que se encuentre atendido cuando acuden a nuestros albergues o al servicio de estancia diurna o de media estancia, enfermos de SIDA o con enfermedades mentales y desestructuración social. El hecho de que personas que estaban durmiendo sin techo y en el circuito de la calle pueden recuperar su dignidad, eso ya da esperanza. Pero luego, además, en muchos casos hay una respuesta a nivel de empleo. Hemos querido también incidir este año en los cursos que no sean meramente ocupacionales, de tener a la gente entretenida, sino que sean de buscar un objetivo laboral en aquellos campos en los que realmente ellos pueden responder y en los que la sociedad puede tener hueco para ellos. Por ejemplo, hemos hecho un curso de camareras de piso y hemos tenido un éxito tremendo entre mujeres en exclusión, todas han hecho prácticas en hoteles, hay 5 o 6 trabajando.
“LO MÁS FÁCIL ES DAR UNA BOLSA DE COMIDA, LO MÁS DIFÍCIL ES IMPLICARSE HASTA EL PUNTO DE PONERTE A SU LADO Y ENCONTRAR UN EMPLEO”
¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de conseguir en estos casos?
Lo más fácil es ponerte cerca de ellos, ver sus necesidades y atender las más básicas. Lo más fácil es escuchar y dar una bolsa de comida. Lo más difícil, ponerse verdaderamente en el lugar del otro, porque a veces en la intervención social nosotros adoptamos una posición por encima y ponemos debajo a los que estamos atendiendo y desde nuestra situación económica paliamos un poco las necesidades del otro. Pero lo verdaderamente difícil es implicarse hasta el punto de ponerte a su lado, de acompañar verdaderamente y preocuparte por lo que siente y adaptarte a lo que necesita. Y ya no digamos si nos metemos efectivamente en adaptarte a esa persona para que consiga empleo, porque eso ya no depende solo de lo que tú hagas, sino de la sociedad, de las empresas, del modelo económico… La búsqueda de empleo es lo más difícil, pero las personas que atendamos tampoco aspiran a un puesto muy especializado.
“GRATIFICA VER QUE LOS PROFESORES FELICITAN A LOS MONITORES PORQUE LOS NIÑOS DE NUESTROS TALLERES YA NO SUSPENDEN Y LLEVAN LA TAREA AL DÍA”
¿Qué es lo más gratificante? Supongo que hay más que la fe que profesan…
Gratifica el simple contacto con las personas, no solo las necesitadas, sino las que se ponen al servicio de los demás, eso enriquece. Y luego, ver que se pueden hacer cosas, que hay cosas que tienen resultado, ver a los niños en los talleres infantiles, que los profesores felicitan al monitor porque ya no suspenden y llevan al día las tareas. Niños que apenas tenían media comida al día y ahora tienen cena y merienda, ver la sonrisa de esos niños es… Una familia que vivía en la calle y ahora tiene un piso y responde y que hay una persona que está dispuesta a alquilarle el piso, aunque sepa que son personas excluidas y que no diga ¡vaya, son gitanos, no los quiero!. Y ellos responden, con ese poquito que tú les das, ellos responden. Por supuesto, también hay momentos en los que se te cae todo y otra vez, con paciencia, hay que volver a empezar.