La Diputación de Cuenca ha recepcionado las obras de pavimentación y refuerzo de los caminos de acceso al Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas y el Vivero de Empresas, que en total han contado con una inversión de 2,2 millones de euros.
En un comunicado, la Diputación de Cuenca ha informado de que también se ha recepcionado la conexión con la carretera regional CM-3118 (Villar de Cañas-Villares del Saz) y de que, en total, sumando los tres caminos -Molino, Cardadores y Alcalde- y la conexión con la carretera, se ha actuado sobre 5,24 kilómetros.
Estas obras se enmarcan dentro del convenio suscrito entre la Diputación, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) y el Ayuntamiento de Villar de Cañas a raíz de la decisión de ubicar el ATC en esta localidad conquense.
Las obras han sido financiadas por Enresa, mientras que la Diputación se ha encargado de la redacción del proyecto de construcción y la contratación de las obras y el Consistorio se ha hecho cargo de la puesta a disposición de los terrenos para la ejecución de dicha actuación.
Estas obras comenzaron el 22 de junio y concluyeron el 30 de noviembre y se han centrado en el refuerzo y pavimentación del firme con asfaltom de tal manera que soporte «sobradamente un importante flujo diario de vehículos pesados», tal y como ha indicado la institución provincial en el comunicado.
Así, al tramo de 1,7 kilómetros de longitud del camino del Molino -comprendido entre dos rotondas- y al de 480 metros de la conexión con la CM-3118 se les ha dotado con una anchura de nueve metros; es decir, dos carriles de 3,5 metros de ancho, arcenes de un metro y bermas de 0,5 a cada lado de la vía.
Todo ello diseñado para soportar una intensidad de tráfico comprendida entre los 100 y los 200 vehículos pesados de media al día.
Las previsiones iniciales apuntan a que por estos tramos circulen los vehículos de mayor tonelaje.
Además, los 400 metros del camino del Alcalde, los 1,960 kilómetros del camino de Cardadores y los restantes 750 metros del camino del Molino, por su parte, han sido preparados para soportar una intensidad de tráfico comprendida entre los 25 y 50 vehículos pesados de media al día.
En esos más de tres kilómetros se ha trazado una vía de seis metros de ancho, con dos carriles de tres metros cada uno sin arcén, pero sí con una berma de 0,5 metros a ambos lados.
«Se han convertido 5,2 kilómetros de caminos de zahorra en excelentes carreteras dimensionadas para soportar flujos diarios de tráfico pesado muy intensos, atendiendo así la demanda que conllevaría la puesta en servicio del ATC», ha sostenido la Diputación de Cuenca en el comunicado.
Además, el presidente de la institución provincial, Benjamín Prieto, ha afirmado que «esta actuación viene a corroborar que el ATC trae inversiones y empleo a la provincia, en general, y a la zona de Villar de Cañas, en particular».
Por ello, Prieto ha confiado en que el proyecto del ATC siga hacia adelante, «salvando las trabas y los obstáculos que está poniendo el Gobierno regional», con la ampliación de la zona ZEPA de la Laguna de El Hito o la anulación del Plan de Ordenación Municipal (POM) de Villar de Cañas.