El pleno de la Diputación de Ciudad Real ha aprobado el presupuesto de la institución para el ejercicio 2016, que asciende a 107,5 millones de euros, un 5 por 100 más que el de 2015.
El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, ha destacado que más de 50 millones de euros del presupuesto de 2016 se destinarán a empleo y 21,5 millones de euros para atender a los más necesitados.
Según Caballero, se trata de un presupuesto «muy social» que refuerza su carácter solidario con respecto al ejercicio anterior.
De las cuentas presentadas, ha resaltado el hecho de que se hayan dispuesto ayudas a ayuntamientos por 48’6 millones de euros, entre otras partidas importantes como la dedicada a carreteras, que asciende a 6’5 millones de euros.
Es un presupuesto «que atiende las necesidades de la provincia y de sus gentes», ha afirmado Caballero, como pone de manifiesto de que el grupo popular no ha propuesto ninguna modificación, sino que ha optado por presentar cuatro grandes enmiendas cuya financiación vendría vía deuda y fondo de contingencia.
Por su parte, el portavoz del grupo popular, Antonio Lucas-Torres, ha recordado que la mayoría de los ingresos que se gestionan en la institución provienen del Estado y ha subrayado que el Gobierno de España «que cree en las instituciones provinciales porque auxilian a los pueblos y ciudades, especialmente a los más pequeños».
LUCAS-TORRES: «UNA AUXILIADORA DE LA JUNTA»
En cambio, la Diputación de Ciudad Real se ha convertido «en una auxiliadora de la Junta», ha apuntado Lucas-Torres en referencia a la aportación al Plan Extraordinario por el Empleo del Gobierno regional.
Lucas-Torres se ha mostrado partidario de promover un plan de empleo propio con 6 millones de euros, de crear un plan de aldeas dotado con 500.000 euros, de sumar 1’1 millones de euros al Plan de Apoyo a Municipios; y de beneficiar con 400.000 euros a los ocho grupos de acción local a razón de 50.000 euros para cada uno.
Asimismo, ha asegurado que el grupo popular respeta la autonomía del equipo de gobierno a la hora de proyectar sus inversiones, por lo que entiende que lo más prudente es no modificar nada y hacer frente a las enmiendas de adicción recurriendo a una deuda de 6 millones de euros y retirar los 2 millones restantes de la partida del fondo de contingencia.
A su vez, Caballero se ha comprometido a asumir gran parte, «si no todas», las enmiendas del grupo popular, si el próximo Gobierno de España suprime el techo de gasto y las exigencias de estabilidad presupuestaria vigentes en la actualidad, pero Lucas-Torres ha defendido su inclusión en el documento y no ha habido acuerdo para aprobar de forma unánime los presupuestos.