Pacto y cambio, palabras claves en 2015. Pactar o morir es la ley que se ha impuesto cada vez que han hablado las urnas. Ha habido cambios, porque hubo pactos. Han cambiado nombres, pero sobre todo la política. El que no lo perciba -y haberlos, haylos-, tiene escaso futuro. Pronto, la pregunta será: Y tú, ¿con quién pactas…?
Pactos para formar Gobierno en Castilla-La Mancha, en las Cortes y en los ayuntamientos. Tener cintura y capacidad para dialogar es y será el signo de los tiempos. Se exigirá más, pero sin este requisito nadie llegará a gobernante y mucho menos durará.
Políticamente, en Castilla-La Macha, el 24 de mayo era la fecha del principio o el fin.
Si ganaba María Dolores de Cospedal, la presidenta de la región cuando llegó ese día, su carrera se vería apuntalada, las bocas de sus enemigos selladas y su estrella volvería a brillar en el palmarés de very important person en el PP. Si perdía, quedaría a merced de Mariano Rajoy y daría alas a sus muchos enemigos internos. Y en ésas está: diputada electa, a la espera de destino si Rajoy consigue formar Gobierno y quiere hacerla ministra o a ver qué pasa en el Congreso Nacional del PP.
Si ganaba Emiliano García-Page, entraría de lleno en el palmarés de very important person del PSOE. Si perdía, quizás ya estaría enterrado por los suyos, por los contrarios, o entre ambos.
Cospedal ganó las elecciones por la mínima y perdió el Gobierno. Page perdió las elecciones, pero ganó el Gobierno. Se quedó tan cerca del éxito que un pacto con Podemos, nuevo partido en las Cortes regionales, le sentó en el sillón del palacio de Fuensalida. Ciudadanos no pudo entrar en las Cortes, pese a sus 100.000 votos. La ley electoral que el PP aprobó en contra de todos al final se volvió en contra del PP. Se lo puso tan difícil a los pequeños partidos que se quedó fuera el único con el que el PP hubiera podido negociar seguir en la Junta.
Los recortes, el talante de gobierno, distante y muchas veces de espaldas a numerosos colectivos de la región por parte de buena parte de los consejeros y altos cargos de la Junta, empeñaron la buena gestión en las cuentas del consejero de Hacienda, Arturo Romaní. El PP llegó al Gobierno prácticamente con todo sin pagar y se fue con casi todo pagado, pero el balance económico fue insuficiente para sostener la mayoría absoluta que necesitaban. La mayor parte del Gabinete de Cospedal, incluida la presidenta, salieron muy quemados. Los motivos regionales, unidos a los escándalos nacionales, provocaron una sangría de 150.000 votos y dejaron al Gobierno Cospedal con el cartel de “el más breve de la historia”.
In extremis Page cruzó el umbral de la gloria ayudado por Podemos. Se deja ver, se deja tocar y se entretiene a hablar con todos. Ha dado orden de hacer evidente un cambio de talante en la Junta, consciente de que el PP había pagado muy caro el suyo. “La primera obligación de un cargo público es escuchar”, dijo a sus consejeros el día que tomaban posesión.
Además, en 2015 se siguió esquilmando el Tajo, Marina y Laura fueron salvajemente asesinadas en Cuenca, hubo oro y premios para algunos de nuestros deportistas, seguimos siendo de las regiones más endeudadas y con más paro…
Así, las cosas… 2016, por favor, ¡levántate y anda!