El atleta veterano Germán Fernández González (Club de Atletismo Cuenca), de 82 años, que acaba de ser homenajeado en la San Silvestre de Villaseca (Toledo) por el ser el corredor más veterano en llegar a la meta y ser un «ejemplo de amor por el atletismo», recuerda que empezó a correr muy tarde, a los ¡65 años!, para superar la depresión que le provocó la muerte de su esposa, con la que vivió felizmente durante 26 años.
Y ha seguido hasta hoy, alcanzando los 17 maratones, entre ellos los de Nueva York, Londres, Berlín y Jordania. Goza de una «calidad de vida excelente» a base solo de correr los domingos y festivos, un día a la semana y dos semanales de bicicleta estática.
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No debe ser casualidad que los atletas muy mayores tengan la cabeza tan despejada, que parecen unos chavales. Y disfruten «de una gran calidad de vida», como proclama el madrileño Germán Fernández González, un excolchonero (de profesión), exafilador y extaxista de 82 años que acaba de ser homenajeado por los organizadores de la San Silvestre de Villaseca (Toledo) por ser el corredor más longevo que terminaba la prueba.
Cuenta Germán que empezó a correr «muy tarde», a los ¡65 años! y para superar la depresión que le causó la muerte de su esposa tras 26 años de convivencia. Se puso a correr, él, que antes había jugado mucho al fútbol y montado en bicicleta, pero de correr, nada. Y le vino muy bien para gozar de «esta calidad de vida» de que disfruta. Le basta con correr «los domingos y festivos, una vez a la semana y hacer dos días de bicicleta estática». Con eso le ha valido para acabar 17 maratones, como los de Nueva York, Londres, Berlín, Jordania, Atenas, Barcelona, Sevilla… «Me he gastado todo el dinero en viajar», afirma quien recuerda el Maratón de Jordania, por lo exótico de la experiencia, por cómo, por ejemplo, tuvo que dormir en pleno desierto.
Tiene la casa (vive en Madrid) repleta de trofeos y carteles de las pruebas, que exhibe gustosamente: «Lo puedo hacer porque vivo solo, si viviera con una mujer estaría todo en un baúl», comenta.
CORRE POR EL CA CUENCA POR TODOS LOS AMIGOS QUE TIENE ALLÍ
Este madrileño empezó a correr por el club Mapoma, pero como tenía tantos amigos en Cuenca acabó recalando en el Club de Atletismo Cuenca, y hasta hoy. Su próxima cita tiene como escenario Dosbarrios (Toledo).
Este extrabajador autónomo, que se jubiló a los 65 años (edad especialmente crítica para él, como se ha explicado), echa mano de la clasiquísima cita romana para aconsejar la práctica del atletismo: «Mens sana in corpore sano…».
Entre sus mayores logros competitivos recuerda los dos terceros puestos que logró en un Campeonato de Europa de veteranos, en los 10 kilómetros y el Medio Maratón.
Germán Fernández se despide deseando el mejor 2016. Por muchos años y kilómetros, Germán.