Nada hacía presagiar la tragedia. Pero el infierno que se desató en la base aérea de Los Llanos (Albacete) la tarde del lunes 26 de enero será recordado durante mucho tiempo porque el F-16 griego que se estrelló dejó una siniestra estela de nada menos que 10 muertos (los dos pilotos helenos y ocho militares franceses) y 21 heridos.
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Un auténtico infierno. El F-16 griego se estrelló en la base aérea de Los Llanos, en Albacete, dejando un reguero de muertos.
Era, en teoría, una maniobra más. Apenas habían pasado 15 minutos desde que dieran las tres de la tarde cuando el caza se estrelló en uno de los hangares donde había otras aeronaves a punto de despegar. La bola de fuego que se originó obligó a los bomberos a trabajar durante más de una hora y nadie salía de su asombro por lo que había pasado.
El accidente del F-16 se produjo durante la maniobra de despegue. El avión, integrado en un programa de la OTAN, perdió fuerza y a partir de ahí… El infierno.
LA TARDE QUE TEMBLÓ OSSA DE MONTIEL
Un mes después, la tierra volvió a temblar en Albacete, pero en este caso en forma de un terremoto que tuvo su epicentro en Ossa de Montiel y asustó a los habitantes del centro de España. Con una magnitud de 5,2 y a 10 kilómetros de profundidad, el movimiento sísmico se produjo cerca de la falla del terremoto que sacudió Lorca (Murcia) en 2011.
Las localidades más afectadas por el temblor fueron Ossa de Montiel, Munera, Ruidera y El Bonillo, aunque por fortuna no se produjeron ni daños personales ni materiales. También Madrid, Murcia y varias provincias de Castilla-La Mancha notaron la sacudida. El servicio de Urgencias y Emergencias 112 recibió más de 1.000 llamadas y durante el seísmo se liberó una energía equivalente a 100 toneladas de TNT. Realmente impresionante.
EL TORO SE «PASEÓ» POR TALAVERA
La que se pudo liar. Por fortuna todos los implicados pueden contarlo. Sucedió el viernes 15 de mayo, San Isidro, en las Ferias de Talavera. Alguien se dejó la puerta de los toriles abierta y un toro campó a sus anchas. Salió a la calle y sembró el pánico, además de dejar 11 heridos a su paso, uno de ellos un niño de nueve años con traumatismo facial.
Finalmente embistió contra un coche de los agentes de movilidad y murió. Pudo ser peor, porque de haber entrado en el coso, donde en ese momento recortadores y toreros enseñaban a un grupo de 30 niños a torear…
Mejor no pensar en ello.
MURIÓ EN PARÍS, LA MARSELLESA Y PÁNICO POR UN MALETÍN
El terror sembró de muerte París, donde fallecieron 129 personas en diversos atentados la noche del viernes 13 de noviembre. Entre ellos, Juan Alberto González Garrido, marido de la ciudadrealeña Ángela Reina. Ambos se encontraban en la sala Bataclan, principal foco del ataque terrorista.
Ella pudo salir, pero él no. Se habían casado hacía unos meses, en verano, y vivían en la capital francesa.
24 horas después, en todo el mundo hubo concentraciones de repulsa. También en Castilla-La Mancha. En Toledo, en la sede del Gobierno regional, un grupo de jóvenes franceses arrancaron las lágrimas de más de uno de los presentes al cantar la Marsellesa, su himno.
Días después, el Ayuntamiento de La Puebla de Montalbán (Toledo) tuvo que ser desalojado ya que alguien se había dejado olvidado un maletín, que al final era propiedad de dos ciudadanos marroquíes. Lo mismo sucedió en el Puente de Alcántara, en Toledo, cuando un escolar que formaba parte de una excursión se dejó olvidada una mochila. El pánico es libre…