El juicio será el próximo miércoles 13 de enero en la Audiencia Provincial de Toledo, donde un individuo que responde a las iniciales J.C.M.P. será juzgado por dos motivos: el primero de ellos es que el 26 de abril de 2013, sobre las tres de la tarde, se acercó por detrás en una calle de Yuncos (Toledo) a una joven menor de edad, de 17 años, «y con evidente ánimo de satisfacer su deseo sexual le metió la mano entre las piernas tocándole los genitales, para irse después corriendo del lugar».
La joven, según el escrito de acusación del fiscal, no sufrió lesión física alguna como consecuencia de estos hechos, «si bien la ha quedado un trastorno adaptativo de tipo ansioso del que el único estresor conocido son los hechos relatados».
Por todo ello le acusa de ser el presunto autor de un delito de abuso sexual, por lo que pide tres años de condena.
En el mismo juicio se verá otra causa contra él, la que protagonizó nueve días antes, el 17 de abril del mismo año, también en Yuncos, cuando sobre las 11.30 horas circulaba en una furgoneta por la calle Illescas y se fijó en una mujer que transitaba por la acera, parando la furgoneta unos metros por delante de ella.
Una vez que la joven pasó al lado de la furgoneta, que tenía abierta la puerta del conductor, «el acusado, por sorpresa, le agarró por la espalda y la empujó fuertemente con objeto de introducirla dentro del vehículo. Tras un forcejeo entre ambos durante unos momentos, el acusado no pudo consumar su propósito debido a la resistencia de la mujer, que se agarró al marco de la puerta para impedir que la introdujera en la furgoneta, así como la presencia de otras personas que aparecieron en la calle, empujando a la víctima al suelo y huyendo del lugar».
Además de los tres años de prisión, el fiscal también pide que se imponga al acusado la prohibición de aproximarse a la mujer que intentó retener a menos de 200 metros durante un plazo de cuatro años; y lo mismo para la chica a la que tocó los genitales pero en este caso durante un plazo de dos años.