domingo, 24 de noviembre de 2024
14/01/2016junio 7th, 2017
César del Río César del Río

Ni lo más viejos del lugar recuerdan una situación tan apasionante en política como la que vivimos en España en estos momentos, sin saber quién va a gobernar el país tras unas elecciones generales en las que los dos «grandes» se pegaron su particular batacazo y dejaron paso a otros dos que prometen haber llegado para quedarse.

Lo que usted piense hoy mañana puede ser el pasado más remoto, porque buscar diputados entre debajo de las piedras es quizás lo más difícil que tienen ahora ante sí tanto el PP como el PSOE. Y salvo que al final surja un cambalache al estilo catalán, legal y democrático por cierto aunque no les guste a la mayoría del resto de españoles, estamos abocados a repetir las elecciones generales en los próximos meses. Lo cual es un verdadero tostón, para qué negarlo.


Sigo insistiendo, porque ya lo he escrito en esta misma columna, que los españoles hemos votado para que los partidos, como mínimo, dialoguen, y para que, si no les importa, lleguen a acuerdos que sean en beneficio de todos. ¿Es que alguien se va a echar las manos a la cabeza a estas alturas de la película porque PP y PSOE, por ejemplo, pacten de forma puntual determinados aspectos que beneficien al resto de los mortales? Evidentemente, no.

¿O con el resto de los miembros del arco parlamentario salvo contadas excepciones minoritarias? Pues tampoco.

Época nueva y todavía estamos a verlas venir. Ahora es cuando se debe ver a los verdaderos políticos, a quienes se les ha dado la oportunidad de seguir en la palestra a pesar de que entre «populares» y socialistas llevan ya unos cuantos casos de corrupción a sus espaldas aunque al final ésta nos pesa más a los demás que a ellos mismos.

Pónganse de acuerdo pensando en los ciudadanos y déjense de zarandajas o, lo que es lo mismo, de hacer malabarismos de salón para salvarse las caras. Unos y otros. No nos aburran con sus egos.

Mucho me temo que de no ser así, unas nuevas elecciones generales supondrán el suicidio político de algún partido con historia. Al tiempo.

@CesardelRioPolo

cesardelrio@encastillalamancha.es

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