martes, 26 de noviembre de 2024
Entre ellas el barbo, la boga de río y el calandino 13/01/2016junio 7th, 2017

El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, siempre que analiza la situación de Tajo en público recuerda un dato que refleja la salud del río. Se trata de la riqueza piscícola del mismo, determinada en función del número de especies autóctonas en cada tramo del río Tajo, que se ha perdido en un 43 por 100 desde los embalses de cabecera hasta Talavera.

Especies como el barbo, la boga de río o el calandino están prácticamente desaparecidas, explica a Encastillalamancha el portavoz de Ecologistas en Acción en la región, Miguel Ángel Hernández, quien destacaba que estas especies encuentran solo refugio en pocos tramos del río, principalmente en las entradas de los afluentes.


«La riqueza piscícola es el mejor indicador de salud de un sistema fluvial«, señala Miguel Ángel, quien matiza que actualmente el ecosistema del río es «irreal» porque las especies que en él viven «no son las propias», es decir, se trata de «un río zombi».

El estudio realizado por la Consejería castellanomanchega contempla que la causa de esta desaparición ha sido originada por las malas condiciones del río Tajo «al no mantener un caudal ecológico suficiente«. De hecho, recuerdan desde la Administración que se está incumpliendo lo establecido en el texto refundido de la Ley de Aguas en su artículo 42 relativo al contenido de los planes hidrológicos de cuenca, donde se establece que «los caudales ecológicos, entendiendo como tales los que mantiene como mínimo la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera».

ESCASA AGUA, QUE ADEMÁS ES TURBIA

La pérdida de especies autóctonas no implica que no haya vida. De hecho han aparecido otras «exóticas» como el lucio, la carpa o el pez gato, que se caracterizan por vivir en zonas con contaminación. El ecosistema del río está «alterado» y, por eso, está ocupado por otras que «no son las propias», indica Miguel Ángel.

Uno de las causas de esta situación hay que buscarla en el trasvase Tajo-Segura, pero «no hay que achacarle todo a él solo, aunque sea el que más influye en el estado del río en la provincia de Toledo».

Miguel Ángel asegura que «la vida responde muy bien ante la recuperación de las aguas«, ya que basta con recuperar un nivel mínimo de agua y de calidad para que el río vuelva a tener su ecosistema.

Una de las soluciones pasa por reducir la sobreexplotación que sufre el río al extraerse masivamente agua del mismo. En este sentido, «aplicar medidas para recuperar el agua», no se está hablando de una utopía porque la ley lo establece.

Pese a todo, el portavoz de Ecologistas en Acción es consciente de que «desde el punto de vista ambiental, la solución es sencilla; pero hay en juego otros intereses (económicos y políticos)» que impiden el desarrollo de la misma. Precisamente recordaba los recién aprobados planes hidrológicos (que la Junta ha anunciado que va a recurrir), donde no se tiene en cuenta el impacto del trasvase en el Tajo, lo que supone «una enorme paradoja que quien más perjudica al río se haya aislado del Plan».

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