El acusado de matar a golpes a un hombre en un parque de Hellín en 2014 se ha declarado inocente, ha dicho que era amigo del fallecido y que presenció cómo otras dos personas, una de ellas un sobrino, agredieron a la víctima «con un palo y una piedra», le amenazaron para que guardara silencio y huyeron.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Albacete ha celebrado esta mañana la primera de las sesiones de un proceso que se sigue con jurado popular y en el que la Fiscalía pide 20 años de prisión para el único acusado por un delito de asesinato, Carlos M.S., de 51 años.
La acusación particular, en representación de la familia de la víctima, solicita 25 años de cárcel, mientras que la defensa pide la absolución.
El fallecido, J.F.S.G. y conocido como «Pancho», tenía 41 años cuando falleció, estaba casado y tenía una hija.
El juicio ha comenzado con cada una de las partes dirigiéndose al jurado para explicar sus argumentos provisionales sobre lo que ocurrió en el jardín del Tamborilero de Hellín la madrugada del 5 de julio de 2014.
A las 4:10 de la madrugada unos jóvenes encontraron el cuerpo herido de «Pancho» tirado en el suelo, rodeado de un charco de sangre en torno a la cabeza, y en estado moribundo.
El acusado, que está en prisión desde el día siguiente a los hechos y que tiene antecedentes también por asesinato, ha declarado en el juicio que presenció el crimen pero no participó en él.
«Yo no maté a nadie, Pancho vivía conmigo, y ese día estuvimos bebiendo juntos por la mañana y por la tarde desde las siete», ha dicho.
Según su versión, dejó a «Pancho» a las 3:20 de la madrugada, cuando ya estaba tirado en el suelo y cubierto de sangre, y se fue porque pensó que estaba muerto.
Según ha explicado hoy y según una carta que él mismo envió al tribunal el pasado 25 de diciembre, un sobrino suyo y otro individuo que responde a las iniciales I.G. fueron los autores de la agresión.
«Uno le pegó con una piedra, y mi sobrino con un palo», ha dicho, y ha añadido que cuando huían su sobrino le amenazó: «Me dijo, si quieres a tu hija no digas nada».
El acusado ha declarado también que la víctima había bebido mucho y que la agresión vino después de que insultara al grupo de personas que estaba con él.
Lo que ha admitido es que le dio «un manotazo» para «evitar que los otros le pegaran y que yo tuviera que pegarme con ellos».
A preguntas sobre sus cinco declaraciones distintas de los hechos que ocurrieron, ha insistido en que tenía miedo de represalias contra su hija y su familia y, en este sentido, ha indicado que «ahora no hay quien evite que haya más muertes».
Tras el acusado han declarado como testigos tres jóvenes de la pedanía hellinera de Isso que encontraron el cuerpo de «Pancho» poco después de la paliza y un taxista que pasaba por el lugar y avisó a la Policía Nacional.
Ninguno de ellos ha dicho haber visto un palo o una piedra cerca de la víctima pero sí huellas sobre la sangre que eran del calzado del acusado.
El acusado ha afirmado que «si llego a saber que está vivo me quedo, el pánico se apoderó de mí, me arrepiento».
El agredido ingresó en estado de coma en el Hospital de Hellín a las 5:15 de esa noche y murió el 6 de julio en el Hospital General de Albacete por muerte cerebral.
Según la Fiscalía, tenía «al menos» ocho impactos en la cara y dos en el cráneo que dañaron órganos vitales.
El juicio se reanudará mañana miércoles con las declaraciones de nuevos testigos.