sábado, 23 de noviembre de 2024
en noblejas (toledo) 28/03/2012junio 13th, 2017

La joven que supuestamente fue víctima de abusos sexuales por parte del encargado del polideportivo de Noblejas (Toledo), Carlos G.C., ha afirmado durante el juicio en la Audiencia de Toledo que mantuvo relaciones sexuales con él porque estaba «muy enamorada» del acusado, que tenía 46 años de edad cuando ella tenía 14.

El Código Penal recoge como delito de abusos las relaciones sexuales consentidas que se mantienen con menores de más de trece años cuando éstas se hacen bajo engaño y abuso de confianza, según ha explicado la abogada de la acusación, María del Mar García.


La joven, A.B., que ahora tiene 20 años y que ha declarado oculta tras un biombo, ha detallado durante la vista oral las relaciones que mantuvo durante dos años con el inculpado y ha dicho que eran semanales y que en la mayoría de las ocasiones se producían en el coche de él y en presencia de su prima y su amiga, quienes han avalado la declaración de la joven.

Según A.B., las relaciones sexuales se iniciaron entre diciembre de 2005 y diciembre de 2007, que le quería mucho y que mantuvo la relación en la creencia de que el acusado iba a dejar a su mujer, lo que no ocurrió.

«Me arrepiento por haber estado enamorada y ciega», ha dicho la chica, que también ha referido amenazas de muerte por parte del acusado cuando se denunciaron los hechos a iniciativa de la asistente social municipal, que envió un informe al fiscal de menores tras tener conocimiento de lo sucedido por la madre de la menor.

También ha precisado que en una ocasión y durante la relación sentimental con el acusado, el hijo menor de éste la forzó para tener relaciones sexuales y que si no lo denunció fue porque quería mucho al padre y no quería perjudicarle.

La madre de la menor, M.F.H., ha señalado que cuando le preguntaba a su hija por los rumores que circulaban en el pueblo ella se limitaba a decirle que la dejara en paz, hasta que un día comprobó ‘in situ’ como el acusado iba en el coche al encuentro de su hija en un lugar apartado del pueblo.

El acusado, por su parte, ha negado que tuviera relaciones sexuales con la menor, que la llamara por teléfono a diario desde el polideportivo y que le dijera que iba a dejar a su mujer.

La psicóloga que trató a la joven en 2008, es decir, después de los hechos, ha dicho hoy la joven era reticente a contar la experiencia que vivió durante dos años, que la encontró «ensimismada por el dolor de la ruptura» y también ha indicado que no cree que la chica inventara la historia, pues, tenía una «dependencia emocional muy grande del acusado».

El presidente del tribunal, Emilio Buceta, ha preguntado a la perito si referida de la timidez de la joven era compatible con que mantuviera relaciones sexuales delante de sus amigas, a lo que la psicóloga ha respondido afirmativamente.

Antes de que el juicio quedara visto para sentencia, tanto el fiscal como la acusación particular solicitaron seis años de prisión para el inculpado por entender que éste se aprovechó de la vulnerabilidad de la joven y de su perfil psicológico para mantener las relaciones bajo el engaño.

Por su parte, la defensa pidió la absolución de su cliente al aducir que no hay pruebas que demuestren el enamoramiento y cuestiona la veracidad del testimonio de la chica, que en el juzgado no reconoció tales relaciones sexuales, ha dicho el abogado del acusado.

La defensa ha pedido que en caso de que el tribunal considere culpable a su cliente se aplique la atenuante «muy cualificada» por dilación indebida del procedimien

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