Hay que ser muy tonto, lo que se dice tonto de remate, para hacer lo que han hecho dos jóvenes de 19 y 22 años en una granja de cerdos de Almería: mientras uno se lanzaba sobre una piara de lechones apelotonados en un recinto cerrado del que no podían salir, el otro grababa la gracia con su teléfono móvil. Mataron a 72 animales: 19 murieron en el acto aplastados y otros 53 posteriormente, como consecuencia del golpe que recibieron.
Ocurrió el 7 de enero, en una explotación porcina de Huércal-Overa (Almería) donde trabajan. O trabajaban, porque se supone que habrán sido despedidos.
Tenían que destetar a los lechones, para lo cual debían separarlos de las madres y trasladarlos a otro recinto. Cuando los animales estaban en un pasillo les cerraron las puertas de entrada y salida y uno de los jóvenes se lanzó hasta tres veces sobre ellos, como hacen algunos músicos sobre sus fans en los conciertos a sabiendas de que no caerán al suelo.
ACUSADOS DE MALTRATO ANIMAL
Después dieron a conocer su broma mediante mensajes de WhatsApp. Estos llegaron al propietario de la granja, que denunció lo ocurrido ante la Guardia Civil y, afortunadamente, fueron identificados y acusados de un delito de maltrato animal y de daños.
No son el único caso en que el poco sentido común o la precipitación llevan a algunas personas a transmitir tonterías o disparates por los móviles. Ni es WhatsApp la única vía para decirlas. La red social Twitter, tan importante para muchas cosas, es un buen ejemplo de las estupideces que se pueden decir cuando se difunden mensajes sin pensarlos antes.
Un buen ejemplo del mal uso que se puede hacer de Twitter es Beatriz Talegón, ex secretaria general de Juventudes Socialistas de España, que se dio a conocer en las televisiones tras criticar a su partido -el PSOE-, antes de darse de baja en el mismo en medio de la polémica.
LOS ERRORES DE BEATRIZ TALEGÓN
En octubre pasado, una página web satírica titulada La Voz Popular, que se dedica a publicar noticias irónicas de contenido falso, dijo que Ciudadanos proponía que los empresarios pudieran reclamar a los trabajadores despedidos que devolvieran los salarios cobrados.
Talegón no se debió percatar de que la propia web explica que sus contenidos son falsos ni de que esa noticia se había publicado en mayo y circulaba desde entonces por Twitter. Al leerla, ella escribió: «¿Y les va votar alguien? ¿El despedido tendrá que indemnizar a la empresa? Estáis locos?». Albert Rivera le preguntó cómo podía creerse «esa barbaridad», le pidió un poco más de rigor y ella borró ese mensaje.
En las vísperas de la pasada Navidad, El País publicó que Mariano Rajoy iba a ofrecer a Pedro Sánchez la presidencia del Congreso para el PSOE a cambio de que le apoyara para seguir en La Moncloa. Talegón debió leer mal el titular, porque difundió este tuit erróneo: «¡Bombazo! Rajoy le ofrece el Gobierno a Pedro Sánchez». Poco después aclaró su error.
Que se equivoque Beatriz Talegón solo le perjudica a ella, porque hace el ridículo, pues no ocupa ningún cargo público ni un puesto de responsabilidad en la sociedad. Pero ha habido alcaldes, concejales y otros cargos públicos que han escrito auténticas barbaridades en algunos mensajes.
MENSAJES POLÉMICOS DE TONI CANTÓ
El actor Toni Cantó -antes diputado de UPyD y ahora de Ciudadanos- es otro especialista en provocar polémicas con algunos mensajes. Un ejemplo: en un tuit dijo que «la mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas» y que «los fiscales no las persiguen». Levantó tal aluvión de protestas que tuvo que rectificar y pedir disculpas.
Las redes sociales son muy importantes como instrumento para la comunicación. Pero hay que utilizarlas con sentido común, sobre todo cuando lo hace quien ocupa un cargo público o un puesto de relevancia social en cualquier ámbito.
Si no se impone el sentido común y continúan las polémicas o los disparates, la Real Academia Española de la lengua tendrá que reconocer una nueva acepción de la palabra «tonto»: tonto de Twitter.