La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, ha destacado que los datos facilitados por la Dirección Territorial de Comercio-ICEX correspondientes al mes de noviembre evidencian que «Castilla-La Mancha crece a un ritmo más acelerado en las exportaciones que el conjunto de España».
Y ha hecho hincapié en que este comportamiento «positivo» -un 20 por ciento más frente al mismo mes de 2014- sigue la misma tónica en lo que va de año, pues el aumento acumulado ha sido de un 11 por ciento, mientras que en España este crecimiento ha sido de tan solo el 4 por ciento.
Franco ha valorado así los últimos datos de exportaciones de la región, durante la visita que ha realizado esta mañana a la fábrica con mayor número de trabajadores del sector del calzado en España, Pablosky, ubicada en la localidad toledana de Fuensalida.
La consejera ha reconocido que «hay una amplia concentración en países europeos de nuestras exportaciones, especialmente en Portugal, Francia y Alemania, hacia donde van el 45 por ciento de nuestras ventas, pero van apareciendo nuevos mercados, terceros países como Turquía, EEUU o China».
También ha subrayado que las exportaciones han permitido que las empresas castellano-manchegas hayan podido mantenerse cuando ha habido una caída drástica del mercado interno, una estrategia, ha recalcado, que ha funcionado en empresas como Pablosky.
APUESTA POR LA INNOVACIÓN
Precisamente, la consejera ha señalado que Pablosky es un ejemplo de empresa «que están haciendo las cosas muy bien», por haber seguido invirtiendo, contratando y apostando por la innovación en un momento en que «el sector del calzado se ha visto especialmente afectado por estos años de crisis donde ha habido una oferta muy amplia de calzado y textil chino que ha desbancado de algún modo a un sector que era muy competitivo en nuestra región».
Por su parte, el consejero delegado de la empresa, Santos Martín, ha explicado que Pablosky, que emplea a 270 personas de manera directa, ha podido mantenerse, durante estos años, pese a la caída del 30 % en las ventas del mercado interno, gracias a su apuesta por otros mercados como Oriente Medio y las repúblicas de Rusia, además de su buena entrada en otros países como Italia, Portugal, Grecia o Irlanda.
Asimismo, ha destacado su apuesta por el desarrollo tecnológico propio de nuevos materiales, «algo que no evita que el proyecto sea muy artesanal«, con una producción anual de 2 millones de pares de zapatos y más de 2.000 puntos de venta en España, además de estar presente en más de 40 países.