«Llega a mis oídos una noticia: un «mineral mágico», unas minas, 99 puestos de trabajo y unos señores dispuestos a realizar «milagros» como la virgen de Lourdes en plena provincia de Ciudad Real.
Como observador y curioso que soy, me informo: leo, veo, escucho y pregunto. Y cuál es mi sorpresa al descubrir que aún no he podido conseguir respuestas claras porque nadie sabe realmente nada de nada debido a la falta de información por parte de la Administración Pública.
Pues bien, llegó el turno de preguntar a todo el mundo -con y sin corbata- el porqué de tanto interés en algo que, a la corta y a la larga, auguro no es bueno ni para mí, ni para mi familia, ni para esta tierra y sus vecinos. Todo lo que había conocido hasta ahora de esta tierra se verá afectado de una manera u otra.
¿Realmente necesitamos que nos deshagan y destruyan todo un modelo de vida por un mineral «mágico» que dejará pingües beneficios a una tierra que ya disfruta de una calidad de vida que muchos ya quisieran para sí mismos?
Estos «señores» quieren que creamos en un milagroso modo de vida, totalmente nuevo y exclusivo para nosotros: Con él se generarán beneficios sin coste medioambiental y social alguno. Una ganga que no hay que dejar escapar.
Este milagroso modo de vida se presenta en forma de minas y dinero, mucho dinero. Dinero para unos pocos; no nos engañemos a estas alturas.
¿Piensan ustedes que somos tontos?
Tenemos agua, agricultura, caza, ganadería, turismo, industrias, arte, cultura, naturaleza, paisajes y parajes únicos, una fauna y flora maravillosa, una gastronomía para chuparse los dedos, una envidiable historia universal y un largo etcétera. Y todo, todo sabemos administrarlo. Como para que nadie venga a destruir lo que con tanto esfuerzo y trabajo nos ha costado mantener durante muchísimo tiempo.
Y no se olviden, si aún siguen pensando que somos tontos, que también, sí, también, sabemos mejorar las cosas y prosperar.
¿Por qué no se dedican a invertir en el bienestar de las zonas rurales manejando tantísimo dinero como manejan? ¿Porque no ganan lo mismo?
¿Es más importante hacer componentes para móviles y todo tipo de aparatos tecnológicos, contaminando a su vez para producirlos, que procurar tener salud, buenos alimentos, cuidar la tierra, tener un paisaje limpio, mejorar las cosas para que los que vengan detrás tengan «donde agarrarse» para salir adelante y poder vivir dignamente?
Es vergonzoso que ahora –qué casualidad- se acuerden de nosotros y de esta tierra; pero no se acuerdan para ayudarnos, no. Se acuerdan para llevarse algo que no es ni tan siquiera –ni de lejos- suyo.
Tenemos minerales «mágicos», sí. Y también tenemos vinos, tenemos quesos, tenemos cereales, tenemos aceite, tenemos historia, tenemos un profundo amor a nuestra tierra y tenemos el valor y el coraje de seguir trabajando –con o sin ayudas- para que nuestra tierra y sus pueblos sigan adelante sin perder un ápice de su talante y bienhacer. Porque estas tierras duras y no «raras» nos mantienen desde hace muchos, muchos siglos y hacen de nosotros lo que somos: manchegos. Y no deseamos ser otra cosa, ni queremos «milagros raros» en nuestra tierra, que -por si aún no se habían dado cuenta- no es «rara» sino VIVA y mucho.
Señores de «las tierras raras», les invito cordialmente y de la mano a que experimenten el auténtico milagro que nace cada día, cada mes y cada año de estas gentes y de estas tierras y no lo que intentan vendernos.
Estoy totalmente convencido de que ahora no nos verán como «tontos que vivimos en tierras raras».
Alberto es vecino del Campo del Montiel y miembro de la Plataformas SÍ a la Tierra Viva.