La Audiencia Provincial de Toledo juzgará el próximo miércoles 3 de febrero a un joven de 29 años acusado de haber abusado sexualmente de una niña de 11 años, hechos por los que la Fiscalía pide 11 años de prisión y 18 de alejamiento de la víctima.
Los hechos se remontan a fechas próximas al verano de 2013, cuando el acusado -identificado como D.T.O.- entabló amistad con la niña a través de su hermano menor.
Con el transcurso de los meses, según el escrito de la Fiscalía, el acusado fue seduciendo progresivamente a la menor, «aprovechando la diferencia de edad que les separaba y la inmadurez de la misma», e iniciaron una relación de noviazgo.
El acusado convenció a la víctima para mantener relaciones sexuales, que se iniciaron el 3 de febrero de 2014, cuando aún tenía 11 años, de forma consentida y con penetración vaginal.
A partir de ese momento, el acusado y la víctima aprovechaban los momentos en los que se encontraban solos para mantener relaciones sexuales «completas», que se prolongaron hasta 2015, cuando la menor decidió cesar la relación sentimental.
El escrito de la Fiscalía recoge que, en el transcurso de la relación, la niña envío al acusado a través de Whatsapp «numerosas fotos de sus órganos genitales y de ella desnuda», que él le pedía y que «destinó a uso estrictamente personal».
También señala que la menor no presenta secuelas psicológicas, traumáticas, psíquicas ni en su rendimiento escolar que puedan atribuirse a los hechos vividos.
El ministerio público considera que los hechos son consecutivos de un delito continuado de abuso sexual, por lo cual solicita once años de prisión, y de otro delito de posesión de pornografía infantil, por el que pide para el acusado nueve meses de cárcel.
Además, establece que se impondrá sobre el acusado, que se encuentra en prisión desde el 1 de marzo de 2015, la medida de libertad vigilada con una duración de ocho años.