Si los habituales votantes del PP y del PSOE pudiera elegir candidato de sus respectivos partidos para intentar gobernar España, ¿elegirían en estos momentos a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez? Me da que no, que no…
Quizás es porque no estemos acostumbrados a llevar seis semanas después de unas elecciones generales sin saber quién va a ser el presidente, algo no tan inusual en otros países europeos con los ratios de modernidad política y social más elevados que los nuestros; quizás porque seamos unos cagaprisas o; sin más, porque vemos que el resultado electoral del 20-D, con tantos egos y ganas de gobernar a costa de lo que sea, nos ha metido en un callejón del que solo hay salidas entre tinieblas. Que dan miedo. Si es que las hay, claro.
Que Rajoy no va a gobernar con los votos o la abstención de Sánchez es algo que ya nos ha quedado claro; y que si Sánchez quiere gobernar va a tener que formar un Gobierno con dinamita y a punto de estallar desde el minuto uno también. Por algo los barones se han opuesto de manera frontal aunque no les quede más remedio que obedecer en público pero no en privado a su secretario general. Los hay incluso, de los barones, digo, que prefieren que gobierne y se queme Rajoy en minoría a que sea Sánchez el que sobreviva, como los protagonistas de «Aventura en pelotas» pixeladas, con Pablo Iglesias de mesías con su dedo divino que siempre lleva razón.
Descartada, parece, queda la opción de Albert Rivera como presidente porque los diputados que consiguió no le hacen merecedor. Pero los hay quienes se plantean que ahora sean el PP y el PSOE quienes le devuelvan algunos de los favores que aquél les ha hecho en algunas comunidades autónomas y diputaciones y den una vuelta de tuerca más a este sinfín de negociaciones reales y «reales» y le cedan el sillón de presidenciable. ¿Apoyarían PP y PSOE a Rivera para presidir España? No, porque sería el fin tanto de Rajoy como de Sánchez.
Como esto va de enconamientos personales y de egos trufados, aún estamos en el descanso del partido y va empate a cero. Todo puede ocurrir, hasta que haya prórroga y penaltis. O repetir el partido, que es lo más obvio a estas alturas.
¿Rajoy y Sánchez se arriesgarían, hoy, a unas nuevas elecciones sabiendo de antemano que en sus partidos habría una lucha brutal por separarlos de las candidaturas?
@CesardelRioPolo
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