El comienzo del juicio a los ocho sindicalistas de Airbus procesados por su participación en la Huelga General del 29 de septiembre de 2009 y para los que el Ministerio Fiscal solicita más de 66 años de cárcel ha motivado la convocatoria de manifestaciones y concentraciones de apoyo en toda España.
En CLM, las concentraciones de solidaridad con los sindicalistas encausados han tenido lugar en las cinco capitales de provincia, con los lemas «Huelga no es delito» y «No son 8, somos miles»
En Toledo, alrededor de un centenar de sindicalistas de CCOO reclamaron la libre absolución de los encausados. El secretario general de CCOO CLM, José Luis Gil, se mostró «convencido de que no habiendo causa, y no la hay, deben ser absueltos. Espero que antes de que concluya el juicio quede clara la injusticia y no haya siquiera necesidad de dictar sentencia.»
Gil cuestionó con dureza la actuación de la fiscalía, porque «siguiendo órdenes del Gobierno del PP, sienta en el banquillo de los acusados a la democracia y al sindicalismo. Es el juicio de la vergüenza. El ridículo internacional es tan bochornoso que el juez debería evitarlo»
«En un país que ha peleado mucho por la democracia y por las libertades, hoy se juzga la lucha, la pelea, la entrega y los logros que gracias a ello hemos conseguido en los últimos 40 años. Es una barbaridad jurídica y social».
El líder regional de CCOO achacó los más de 80 procesos penales abiertos en los últimos años contra 300 sindicalistas por participar en huelgas a la pretensión de «criminalizar la protesta, de amedrentar a la gente que no comparte lo que hacen los gobiernos y las patronales».
«Una democracia que depende de los fiscales es una democracia coja e incompleta. Y hoy en España tenemos una democracia incompleta porque tienen miedo a la gente que protesta y que no se resigna. Pero cuando el diálogo no se abre camino, hay que pelear».
«NO NOS VAN A CALLAR»
Por su parte, el secretario general de CCOO-Toledo, Jesús García Villaraco, transmitió la solidaridad del sindicato a ‘Los 8 de Airbús’ y advirtió que, pese a la persecución judicial, «no nos van a callar. Reiteramos hoy aquí nuestra voluntad de seguir luchando, de seguir negociando, de seguir acordando… Pero también de seguir movilizando cuando sea necesario».
En Albacete, donde se concentraron en torno a 70 sindicalistas, el secretario provincial de CCOO, Francisco de la Rosa, destacó que «desgraciadamente, hoy se sienta en banquillo, junto a Los 8 de Airbus’, la propia democracia»
«El juicio que comienza hoy en Getafe recuerda los tiempos más negros y oscuros de nuestros país, que están siendo revitalizados por el peor Gobierno que ha tenido España en democracia».
«TENÍAN QUE UTILIZAR SUS ARMAS PARA EVITAR NUESTRA RESISTENCIA»
Por su parte, el secretario general de CCOO-Ciudad Real, José Manuel Muñoz, dijo que «el gobierno sabía que no estaríamos pasivos ante la imposición de recortes en los últimos años y las consecuencias derivadas de los mismos: más pobreza, más desigualdad y un paro crónico»
«Tenían que utilizar sus armas para evitar nuestra resistencia, para neutralizar la lucha obrera. De ahí que hoy estén juzgando a ocho compañeros. Pero no sólo a ellos, hoy nos están juzgando a todos los sindicalistas de este país. Hoy nos están juzgando a los doscientos y pico mil delegados y delegadas sindicales, a los 18 millones de trabajadores. Hoy están juzgando y nos estamos jugando el futuro de nuestra sociedad«, denunció Muñoz ante medio centenar de sindicalistas.
En Guadalajara, donde se concentraron otras 50 personas, el líder provincial de CCOO, José María Rey, advirtió que «no habrá democracia sin derecho sin huelga» y subrayó que «la libertad se ha conseguido y se consigue luchando».
Finalmente, en Cuenca otras 30 personas se concentraron ante la sede de los sindicatos, donde el secretario general de CCOO, Pedro Lucas, denunció que «la justicia está enferma cuando se saquean las arcas públicas y los saqueadores están tan campantes, pero se abren procesos penales y se piden 66 años de cárcel a ocho sindicalistas por ejercer el derecho de huelga, el último instrumento que tenemos los trabajadores para defender nuestro trabajo y nuestros derechos».