David, Cristina, Encarna… a través de la vida de los vecinos de Totanés, Encastillalamancha se adentra en el pueblo con la tasa de paro más baja de la provincia de Toledo.
Un pueblo de emprendedores. Así es el municipio toledano de Totanés. Encastillalamancha viaja hasta esta localidad, que se encuentra a media hora de Toledo, unos 27 kilómetros, porque se trata del pueblo (a octubre de 2015) que menos tasa de paro tiene en la provincia de Toledo, al situarse en un 6,71 por 100.
Cuál es el secreto. Los vecinos de Totanés son, en su mayoría, gente emprendedora (aseguran a Encastillalamancha), con ganas de trabajar y, si el destino y el envío de currículos no da resultados, deciden montar su propio negocio y echarle horas, porque trabajar de nueve a nueve no es excusa para no intentar emprender.
«Es un pueblo pequeño, por eso seguro que hay menos paro», comenta toda aquella persona que se sorprende cuando periodista y fotógrafa le dan el dato de la tasa de paro. Da igual que les hablemos de porcentajes o de que lo que se mide hace referencia a la población activa, y da igual porque ellos son conscientes de que son un pueblo pequeño, de que si alguien lo pasa mal está la huerta del padre o del cuñado que le puede ayudar y de que, insisten, somos unas 400 personas empadronadas y, quien no trabaja en el campo, trabaja para alguna de las dos grandes empresas que hay en el municipio: Tello y Quesos Navalmoral, o monta su negocio, pero no se queda sin hacer nada.
AL PUEBLO LO QUE ES DEL PUEBLO
La realidad es que la tasa de paro en el pueblo toledano roza el pleno empleo y hay que reconocer su valor teniendo en cuenta los tiempos que corren. «Cuando acabé la mili, pedí un préstamo y compré unos animales», así comenzó a trabajar como autónomo el alcalde del municipio, quien reconoce que ahora la burocracia es un lastre porque «los permisos tardan año y medio» y, mientras tanto, «¿qué puede hacer una persona que quiere emprender?».
Antes era otra época, «si la crisis pilla en los años 70, esta crisis no llega», sentencia Ildefonso o Alfonso, da igual, uno es en latín y el otro no, pero son la misma persona. Dos en uno, alcalde y autónomo que ha decidido aplicar al Ayuntamiento la misma gestión que a su negocio y ha logrado, no solo reducir la deuda, sino tener unas cuentas de 200.000 euros de superávit.
DE NUEVE A NUEVE
Pero el Ayuntamiento es otra historia. Volvamos al paro o al no-paro, porque aquí trabajar se trabaja, de nueve a nueve, como es el caso de David. En el letrero de su establecimiento, enfrente del Ayuntamiento, lo dice bien claro: «estilista» y entrar en su local es visitar una pequeña peluquería con mucho encanto donde no falta ningún detalle. Con 15 años decidió empezar en la academia, con 16 estaba trabajando gratis barriendo pelos y lavando cabezas. A los 36 años tiene su propio negocio, reconoce que al tener este local optó por emprender esta aventura hace 13 años porque en Toledo trabajaba por turnos y decidió cambiar.
Le costó horas, días y mucho, mucho esfuerzo. Recuerda que esperó muchas horas para que la gente entrara a su negocio y confiesa que gracias al boca a boca ahora no le faltan clientas. De hecho, vienen de pueblos próximos a Totanés (rodeado por Gálvez, Cuerva, Noez, Polán o Pulgar).
EL PESCADO FRESCO UNA VEZ A LA SEMANA…
«Aquí no nos falta de nada», asegura una clienta de David que prefiere no dar su nombre porque en el pueblo se conocen todos. Una localidad donde hay dos tiendas de alimentación, el pescado fresco llega una vez a la semana, el médico pasa consulta tres días a la semana y… Gálvez está a tres minutos, como quien dice, por el camino (Gálvez donde está el supermercado por si alguien quiere hacer una compra más grandes).
Mientras David sigue peinado, «te lo pongo marcado hacia arriba…»; su prima Cristina continúa colocando sus productos, está de inauguración, acaba de abrir las puertas de un pequeño local también en la misma plaza. «Antes tenía uno, era de golosinas, lo llamaba Chuches y Más». Ahora ha decidido ampliarlo un poquito y centrarse más en ese tienda «de faltas», pues «si te falta tomate, o arroz, o un lápiz para que tu hijo lo lleve al cole al día siguiente…» y evitar así tenerse que desplazarse a Gálvez para comprar solo una bobina de hilo o una libreta.
SIN SUELDO, PERO COTIZANDO
«¡Qué maravilla!». Una vecina entra para ver el nuevo espacio, mucho más grande que el anterior, y avisa de que volverá en unos minutos a comprar, por lo que aprovechamos para seguir hablando con Cristina que afirma que no gana sueldo, pero «cotizo por si puedo cobrar la jubilación». Dejó de trabajar cuando tuvo a su primer hijo (hoy tiene 14 años), porque aquello era otra época, cuando no había guardería en Totanés y la conciliación, bueno, era la conciliación.
CUANDO YA ERES MAYOR PARA EL PUESTO OFERTADO
Desde que cumplió 43 años lleva buscando un trabajo (ahora tiene 49) y siempre le decían «que ya era muy mayor para el puesto». La edad pesa para encontrar trabajo, pero ganas de trabajar no faltan así que… ¡A emprender! Sin embargo, reconoce que en el pueblo no hay oportunidades laborales para los jóvenes.
Pese a todo, los negocios siguen montándose, recientemente tres hermanos apostaron por la agricultura en un pueblo agrícola y ganadero, principalmente.
Pero emprender conlleva arriesgar y «jugarse el dinero», y tal y como está la cosa… Si bien, «son los autónomos los que hemos tirado del pueblo para adelante», porque «la gente aspirábamos a ser algo», dice el alcalde, que empezó con 11 años a trabajar cuidando ovejas con su padre, ahora los valores han cambiado y «la aspiración es vivir bien».
PARA QUE LA GENTE JOVEN SIGA EN EL PUEBLO…
El alcalde quiere que la gente joven siga viviendo en el pueblo, que se enfrenta a la falta de terreno para construir. En ello trabaja ya el equipo de gobierno, están buscando opciones, posibilidades, estudiando la ley… «Me gustaría incluso no cobrarle a la gente joven que quiera construir su casa ni el permiso de obra«.
El alcalde vende las bondades del pueblo, bondades en las que se fijaron algunas empresas como, opor ejemplo, una de las más importantes exportadoras de queso manchego, Quesos Navalmoral.
«Nos fijamos en Totanes porque es la zona de la denominación de origen de queso manchego y, la segunda causa, fue porque había terreno disponible», explica a Encastillalamancha Pedro García Navalmoral, que dirige una empresa posicionada como el segundo fabricante de queso manchego y la número uno en ventas en Estados Unidos. Las cifras abruman: Crecimiento anual de ente el 10 y el 15 por 100, exportación del 100 por 100 de su producción, presencia en 23 países distinos… Y continúan invirtiendo, al tiempo que confían en poder contratar a alguien más en los próximos meses.
LA REIVINDICACIÓN DE «LOS NEGOCIOS CHICOS»
En el pueblo del pleno empleo, también hay personas con formación, con carrera y máster que están sin trabajo. Es el caso de la hija de Encarna, al frente del local Lyal, quien a sus 57 años afirma que «¿Si no cogen a la gente joven, a dónde vas con esta edad?». Ella, de familia hostelera, está al frente de un bar que ha notado la crisis, «antes se llenaba, ahora ya no». El bar está al lado de su casa y, al final, su casa es el bar, porque le echa horas y también le dedica sus vacaciones. Recuerda Encarna que para ir a Salamanca de viaje pasaron dos años hasta que pudo disfrutar del regalo de sus hijas.
Encarna aprovecha la presencia de los medios para asegurar que «no se puede cobrar los mismos impuestos a una empresa grande que a una pequeña» porque «los negocios chicos también tienen derecho a vivir«.