La Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía ha condenado el último trasvase de 10 hectómetros cúbicos aprobado para este mes de febrero y lo ha considerado un acto de «chulería, indecente e intolerable, del Gobierno de España hacia el Tajo y los ribereños». Así lo ha señalado hoy esta asociación en una nota de prensa, en la que estos municipios han afirmado que el Gobierno central ha dejado «muy claro» con la aprobación de este último trasvase que «todo lo que exceda de 336 hectómetros cúbicos de agua almacenada en la cabecera del Tajo es agua sobrante; agua que se va a trasvasar al Levante, aunque en la mayor parte de los casos los embalses del Segura almacenen más agua que Entrepeñas y Buendía».
La asociación ha denunciado también que mientras que los eurodiputados constataban a pie de orilla que el río Tajo «está siendo víctima de un despiadado saqueo por parte de las autoridades españolas», la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, «daba el visto bueno a un nuevo trasvase, ilegal como los anteriores, hacia el Levante».
En este sentido, se han preguntado: «¿Es posible tener una actitud más chulesca ante la preocupación que muestra Europa por la muerte inminente del río Tajo? Seguramente no».
En opinión de los ribereños, el Gobierno está aplicando «con mano muy dura» el Memorándum del Tajo-Segura que pactaron en el año 2013 los dirigentes del PP de Murcia, Valencia, Extremadura, Madrid y Castilla-La Mancha, junto con el que era ministro del ramos en la época, Miguel Arias Cañete.
«Esta confabulación nos ha llevado a una situación insostenible: ha esquilmado los embalses de cabecera y, con ello, ha dejado también sin agua a los regantes levantinos», ha agregado la asociación.
Por todo ello, el presidente de los municipios ribereños, Francisco Pérez Torrecilla, ha exigido al Gobierno central que derogue el memorándum y convoque a las comunidades ribereñas del Tajo para trabajar en la recuperación del río «antes de que muera definitivamente», al tiempo que ha urgido al Gobierno central que «pare los trasvases hasta que los embalses se hayan recuperado y vuelvan a ser embalses vivos».
A los regantes del Levante Pérez Torrecilla ha aconsejado que empiecen por «hacer sus deberes» que, a su parecer, pasan por «utilizar sus recursos hídricos, como son sus propios acuíferos y las aguas desaladas del mar Mediterráneo».
Por último, ha pedido al Gobierno central que acabe de forma inmediata las obras de abastecimiento a los municipios ribereños.