Casi una tercera parte de los vecinos de Las Ventas de San Julián (Toledo) han interrumpido con varios microcortes cada 10 minutos la carretera que les une por el norte con las provincias de Cáceres y Ávila, y por el sur la Nacional V, con Oropesa y Talavera, para pedir que el pueblo tenga al fin el transporte público que evite su progresivo abandono.
La protesta al parecer no ha caído en saco roto ya que el alcalde de la localidad, Federico Amor, será recibido por el director general de Fomento y Carreteras o la misma consejera de Fomento, Elena de la Cruz. El alcalde se dirigió por escrito a la Junta y a la Diputación el pasado mes de octubre sin obtener respuesta.
Una tercera parte de los vecinos, unos 70 entre un total de 240, han protagonizado esta concentración que no ha tenido incidentes y ha ido acompañada de una donación de sangre, en la que ha participado la mitad de la población, «para demostrar que somos solidarios», dice Federico Amor. Además, la protesta ha sido encabezada por la lectura de un manifiesto contra la violencia machista. El acto ha estado apoyado por IU-Ganemos, cuyo diputado provincial, Jorge Vega, ha estado presente.
El alcalde y Jorge Vega han avanzado que una solución provisional para atajar esta extrema necesidad del pueblo consiste en hacer que el autobús que transporta a los escolares de Talavera pase por el pueblo, así habría de momento dos paradas por la mañana, una a primera hora y otra a última de la misma. Y es que Amor explica que Las Ventas de San Julián nunca ha tenido transporte público. «Yo tengo 56 años y nunca lo he visto», afirma. Y asegura que su pueblo es el único de los 23 que componen el grupo de desarrollo rural de la comarca que no disfruta del mismo.
Amor espera que la gestión con las autoridades de la Junta fructifique en una solución definitiva, ya que avanza que, de no ser así, los vecinos seguirán reclamando una solución.