El frontis del edificio principal del poblado de Villaflores, un edificio del siglo XIX que está a cinco kilómetros de Guadalajara, se derrumbó hace unos días debido a la lluvia y a las pésimas condiciones de conservación en las que se encontraba, por lo que la Asociación Española para la Defensa del Patrimonio Cultural y Natural «Hispania Nostra» ha mostrado su indignación.
En la fotografía enviada por Hispania Nostra, se ve la imagen (la parte incrustada) del frontis del poblado de Villaflores (al fondo) que se ha desplomado debido a su abandono absoluto y a las lluvias.
La noticia del derrumbe, publicada por el diario guadaque.com, ha provocado las consiguientes muestras de desagrado puesto que ya en junio de 2015 la propia Hispania Nostra incluyó al edificio en su Lista Roja del Patrimonio debido «a su estado de abandono total y sujeto a toda clase de actos vandálicos y expolio». Ya entonces dijeron que «la demora en su restauración supondrá que continúe la degradación y deterioro y terminará arruinado, vaticinio que lamentablemente se ha cumplido».
De hecho el frontis, que coronaba la casa principal del poblado, contenía un escudo, un reloj y un campanil, y es un monumento catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural).
El poblado de Villaflores comenzó a construirse en 1886 y destaca «por ser uno de los pocos ejemplos de colonia agrícola del siglo XIX que se pueden encontrar en la provincia de Guadalajara y uno de los más completos de Castilla-La Mancha. Construcción que fue encargada por María Diega Desmaissières y Sevillano, condesa de la Vega del Pozo y duquesa de Sevillano, quien dedicó su enorme fortuna a mejorar las condiciones sociales de los alcarreños pobres».
La condesa ordenó que el poblado, además de los inmuebles propios de la explotación, se dotara con una escuela, una capilla y ocho viviendas para los trabajadores. Fue a la muerte de la condesa cuando los nuevos propietarios perdieron el interés por el conjunto, «que inició un progresivo declive».