El Museo del Greco expondrá La Inmaculada Concepción, de Luis Tristán, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer hasta el próximo 15 de mayo.
El cuadro ha sido prestado para la ocasión por la Iglesia de San Julián, de Santa Olalla (Toledo), templo fundado en el primer cuarto del siglo XVI por el primer conde de Orgaz y señor de Santa Olalla, Alvar Pérez de Guzmán Suárez de Mendoza. La iglesia de San Julián reúne obras de importantes artistas como Luis Tristán, Juan Carreño de Miranda, José Martínez Colmenero, Juan Gómez Lobo y Toribio González.
La Virgen, vestida con túnica sencilla de color carmín y manto azul oscuro, se presenta de frente, con las manos juntas sobre el pecho en gesto de oración y la cabeza levemente inclinada hacia su derecha.
Tristán aprendió bien la lección de su maestro y transformó el tema de la Inmaculada de manera muy creativa. Tanto la disposición de la figura como el grupo de ángeles que la rodea recuerda a las composiciones concebidas por el Greco.
En el paisaje de la parte inferior del cuadro aparecen algunos de los atributos y elementos de la Virgen que se describen en las Sagradas Escrituras: la puerta, la escalera, la torre, la ciudad, la fuente, el jardín, la palmera, el árbol, el ciprés, el vellocino, el lirio, las rosas, la azucena, el espejo, el pozo, la zarza ardiendo, la galera, la casa, el monte, el cedro, el templo o el sol que aparece por el horizonte.
El cuadro sigue las normas que había dado Francisco de Pacheco al describir, en su Arte de la Pintura, cómo se debía pintar a la Virgen Inmaculada Concepción: «Hase de pintar, pues, en este aseadísimo misterio esta señora en la flor de su edad, de doce a trece años, hermosísima niña, lindos y graves ojos, nariz y boca perfectísima y rosadas mexillas, los bellísimos cabellos tendidos, de color de oro, en fin cuanto fuese posible al humano pincel».
El primer documento en el que aparece mencionado el cuadro es un inventario que fue elaborado el 5 de octubre de 1621 durante la estancia en la parroquia de San Julián del visitador Pedro Gracián. Coincide su ejecución con el voto que Santa Olalla hizo a la Inmaculada Concepción y que se firmó en la iglesia de San Julián el 2 de febrero de 1621.