El concejal socialista en el Ayuntamiento de Pastrana, Fernando Jabonero, comenzó a investigar en 2013 la figura del «arquitecto honorario» tras comprobar que había determinadas obras que, presuntamente, no se ajustaban a derecho.
Lo denunció porque, como ha explicado en más de una ocasión a Encastillamancha, los ayuntamientos si no tienen la posibilidad de tener a un arquitecto como funcionario, puede acudir a la Diputación provincial que ahí sí hay ese servicio precisamente para los pueblos que no lo tienen.
Jabonero lleva «luchando», como él mismo reconocía a este diario, desde hace tiempo y ahora ha conseguido que, a raíz de un tema secundario, le den la razón los tribunales.
Todo sucede tras la publicación de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha sobre el quiosco de la Plaza de la Hora de Pastrana (Guadalajara), que en la práctica supone la desaparición de la instalación (que durante los últimos años ha experimentado varias ampliaciones y ha pasado de ser una estructura móvil a fija).
La sentencia «vale su peso en oro», indica Jabonero, ya que en ella se reconoce que, en este caso, toda la intervención técnica y las licencias dadas a esta obra eran concedidas por un «arquitecto honorario». En este sentido, la sentencia recoge que «la figura del arquitecto honorario no existe en nuestro ordenamiento y supone una clarísima –y grave- trasgresión de la reserva de legal del desarrollo de funciones públicas, como es las de informar previamente las licencias a cargo necesariamente no ya de empelados públicos, sino de funcionarios». La sentencia estima que es una «clara trasgresión procedimental».
Una sentencia que puede sentar precedente de cara al resto de procesos que Jabonero tiene abiertos concretamente en las licencias concedidas para realizar determinadas obras como las de la Colegiata de la localidad.