El fiscal pide tres años de prisión para el acusado de poner cepos en varios cajeros automáticos de Albacete y quedarse el dinero de varias personas que quisieron retirar efectivo de sus tarjetas, un método que utilizó en el verano de 2015.
El Juzgado de lo Penal número 2 de Albacete acoge mañana, viernes, este juicio a I.O., ciudadano rumano que entró en prisión preventiva por esta causa el pasado mes de septiembre pasado, según consta en el escrito del fiscal.
La Fiscalía Provincial de Albacete dice que entre el 31 de julio y el 2 de agosto de 2015 el acusado colocó un cepo en el expendedor de billetes del cajero de Bankia de la avenida de España pero no consiguió «adueñarse» de ninguna cantidad.
Sin embargo, tuvo éxito el 2 de agosto en el cajero de la entidad CCM de la calle Menéndez Pidal, donde logró 50 euros de un cliente, y ese mismo día instaló un dispositivo tipo cepo en la trampilla de salida de billetes del cajero de la oficina principal de CCM, en la plaza de Gabriel Lodares, pero no pudo materializar el robo porque fue sorprendido por el vigilante de seguridad de la entidad.
La Fiscalía sostiene que el mismo 2 de agosto de 2015 se dirigió a otros cajeros de Bankia en la avenida Julio Carrilero y consiguió 130 euros de un cajero y 50 euros de otro, correspondientes a reintegros efectuados por clientes que tras no obtener el dinero se retiraron pensando que el cajero tenía algún problema técnico.
La acusación recoge, asimismo, otros casos en los que I.O. intentó obtener dinero pero no lo consiguió, aunque colocó cepos en un cajero de CCM de la calle Dionisio Guardiola y en otro de la misma entidad en la calle Joaquín Quijada.
A la pena de tres años de cárcel que piden para el acusado se suma que debe indemnizar a CCM con 3.614 euros y a Bankia con 221 euros más la cantidad en la que sean tasados los daños sufridos en los cajeros de dicha entidad.