La electrocución, el veneno y los disparos continúan siendo las grandes amenazas para la fauna de la provincia de Ciudad Real, según ha confirmado a Efe el Centro de Recuperación Fauna Silvestre (CRFS) ‘El Chaparrillo, dependiente de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.
Así, durante 2015, en este centro ha recibido un total de 99 casos de electrocución, un «dato alarmante» en comparación con los 46 recibidos el año anterior, según sus responsables.
Por la importancia de la especie, en 2015 destacan siete ingresos de águila imperial electrocutadas y 3 de águila real y, por su abundancia, los 51 ingresos de cigüeña blanca.
La mayor parte de las cigüeñas blancas electrocutadas provenían de un punto crítico localizado en Almagro, donde la labor de los agentes medioambientales de la zona y la intervención de los técnicos de Vida Silvestre han hecho posible que Unión Fenosa se haya comprometido a corregir los apoyos problemáticos.
De los 99 ejemplares electrocutados, 80 ingresaron como cadáveres o restos de los mismos encontrados bajo tendidos y 19 ingresaron vivos pero dada la gravedad de las lesiones, hasta la fecha sólo uno de ellos ha podido liberarse.
Por otro lado, en ‘El Chaparrillo’, durante 2015 los agentes medioambientales y el Servicio de Protección de la Naturaleza investigaron un total de 27 casos por ser compatibles con envenenamiento, de los que 21 resultaron positivos y causaron la muerte a 33 animales de diferentes especies, algunas protegidas como el águila imperial y real, el buitre negro o el milano real.
También se han detectado un gran número de ejemplares domésticos de perros y gatos que, en su caso, «han supuesto importantes pérdidas a nivel personal para los propietarios, por ejemplo, de perros pastores bien adiestrados».
En cuanto a los ingresos por disparo, un total de 15 durante el pasado ejercicio, los responsables de ‘El Chaparrillo’ han resaltado que es una de las causas de entrada más importantes, al tratarse de persecución directa a la fauna protegida y un delito insuficientemente denunciado y divulgado dada la dificultad que existe para inculpar al autor del disparo.
Por causa de desnutrición, durante 2015 han ingresado en el centro 2 buitres negros y 19 buitres, una cifra que, aunque no es tan alta como en años anteriores, no deja de ser indicativa de la grave problemática que sufren las aves necrófagas generada por la falta de carroña en el campo.
En opinión de los técnicos, esto hace «imprescindible» la puesta en marcha de los diferentes puntos de alimentación distribuidos en la provincia y la aplicación de la nueva normativa sobre abandono de cadáveres en zonas con alta presencia de rapaces carroñeras.
En este sentido, han precisado que la orden aprobada el 6 de febrero de 2015 por la que se limita la disponibilidad de los restos de ungulados silvestres abatidos durante el periodo de caza mayor, es un potencial agravante de esta situación de hambruna en aves necrófagas como el buitre negro, el buitre leonado o el águila imperial.