La joven conquense Verónica Fernández, de 30 años y residente en Bruselas desde hace cuatro, ha destacado «los momentos de pánico y confusión» que ha vivido cuando se dirigía a su centro de trabajo, cerca de la estación de metro de Maalbeek, donde se ha registrado una de las tres explosiones y han muerto al menos 15 personas.
Fernández, en conversación telefónica con Efe, ha explicado que, en estos momentos, sigue dentro de la oficina en la que trabaja como asesora financiera, después de que el Gobierno belga haya hecho un llamamiento a no transitar por las calles.
Tras los momentos de «pánico y confusión» que se han vivido en la zona y que ella ha podido ver con sus propios ojos, Verónica ha asegurado que se encuentra bien, en compañía de otra joven de Cuenca que también trabaja en la misma oficina, enclavada en la zona donde se encuentran la mayor parte de las sedes de las instituciones europeas.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo (Guadalajara) ha informado de que un grupo de chicos y chicas del municipio que están accidentalmente hoy en Bruselas se encuentran en buen estado.
Al parecer, el grupo de chicos viajaron a un intercambio a Luxemburgo y no pudieron regresar el pasado domingo, como estaba previsto, por la huelga de controladores franceses, por lo que se desplazaron a Bruselas, donde estaban alojados esperando poder regresar.
Finalmente, esta mañana decidieron tomar un autobús media hora antes de las explosiones en la capital belga con destino a Ámsterdam, desde donde viajarán a París y desde allí a Madrid.