El Convento de Santo Domingo el Real acogió una de las salidas más esperadas de la Semana Santa toledana, la del Cristo Redentor, que recorrió los cobertizos, una zona de especial belleza del casco antiguo de Toledo, propiciando estampas sobrecogedoras.
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A las 11:30 horas salió el Cristo Redentor del monasterio de las religiosas dominicas, situado en la Plaza de Santo Domingo el Real, donde finalizó también la procesión con el canto del Miserere.
Antes recorrió la calle y Plaza de Buzones, Merced, Capuchinas, Tendillas, Estebán Illán, San Román, San Clemente, San Pedro Mártir, Plaza de Valdecaleros, Aljibillos, Rojas, Plaza de El Salvador, Trinidad, Jesús y María, entre otras, hasta llegar a la Plaza de Zocodover.
Desde allí, los penitentes, con sus hábitos blancos encapuchados de negro y sus tambores, emprendieron el regreso hacia su morada de su Cristo por las calles Sillería, Cadenas, Plata, Plaza y cubillo de San Vicente y los angostos Cobertizos de Santa Clara y de Santo Domingo.