domingo, 24 de noviembre de 2024
Tribunales 01/04/2016junio 7th, 2017

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Ciudad Real ha abierto diligencias a raíz del caso del sacerdote de la Diócesis de Ciudad Real denunciado por un presunto delito de abusos sexuales cometido supuestamente sobre alumnos de ESO del seminario.

En declaraciones a Efe, el fiscal jefe de Ciudad Real, Luis Huete, ha señalado que la apertura de diligencias se ha producido después de que la Fiscalía presentara una denuncia a raíz de tener conocimiento del expediente de investigación iniciado por el Obispado de Ciudad Real.


El fiscal jefe de Ciudad Real ha advertido de que el proceso está «en una fase incipiente» y todavía no se ha oído judicialmente a los menores y las familias, como tampoco al presunto implicado.

Los hechos, ha apuntado, «no han sido denunciados ante la Fiscalía y los juzgados por las familias», sino, que, ha reconocido, fue la propia Fiscalía quien decidió presentar denuncia «amparados en lo que dispone el artículo 191 del Código Penal».

Huete ha reconocido que todos los hechos de esta índole «son graves», si bien, ha advertido que «dentro de esa gravedad no están en la escala más alta».

Los hechos por los que se investiga a este sacerdote se conocieron ayer después de que la Diócesis de Ciudad Real diera a conocer el resultado del proceso canónico iniciado contra un sacerdote que impartía clase en el Seminario de Ciudad Real a niños de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), por unos presuntos abusos sexuales.

Esta investigación se entregó a la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma el 9 de febrero de 2016 y la investigación se presentó ante la Fiscalía el 15 de febrero.

Según la web del seminario, un total de 14 alumnos, con edades comprendidas entre los 12 y los 13 años, forman actualmente la comunidad escolar que estudia primero, segundo y tercero de Educación Secundaria Obligatoria en el Seminario de Ciudad Real, procedentes todos ellos de distintos puntos de la provincia de Ciudad Real.

El sacerdote, por su parte, afirmó ayer que desconocía cuáles son los hechos que se le imputan, del mismo modo que dijo que tampoco sabe nada del procedimiento judicial abierto en su contra.

La defensa del sacerdote salía al paso de la denuncia asegurando que el religioso no ha tenido conocimiento del contenido del proceso abierto en el ámbito eclesiástico por la Diócesis de Ciudad Real, «ni menos aún de las pesquisas o investigaciones que se hayan podido realizar», con el objetivo de poder ejercer los derechos que le asisten dentro del procedimiento de disciplina canónica, y que, ha precisado, se rige también por el principio de presunción de inocencia.

Además, ha rechazado «de forma categórica» la calificación jurídica de los hechos, en alusión a su tipificación como «abusos sexuales» en el comunicado de la Diócesis de Ciudad Real.

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