Pamela Palenciano, una mujer de 33 años natural de Andújar (Jaén), envuelve con humor la dramática historia que le tocó vivir cuando tan solo era una adolescente. Desde los 12 a los 18 fue víctima de malos tratos a manos de su pareja, una experiencia que le marcó pero que ha sabido gestionar transformándola en el relato de un monólogo que viene ofreciendo desde hace tres años en institutos educativos y escenarios de toda España. Trata así de desmontar los mitos del amor romántico y lanzar un mensaje claro: «No solo duelen los golpes».
Dentro del programa de ocio juvenil «Entre lunas» del Ayuntamiento de Toledo, el martes 5 de abril, a las 18:00 horas, estará en el Matadero Lab (IES Sefardí).
El espectáculo toma nombre de la primera frase que escuchó de su psicólogo («No solo duelen los golpes») y es que Pamela -en plena adolescencia- necesitó tiempo para comprender que la violencia machista también está en las palabras, en la falta de respeto, en el ansia de control… hasta llegar a desembocar -como le ocurrió a ella en el último año de relación- en la agresión física. Según contaba a encastillalamancha.es, «yo pensaba que tenía una relación normal; no lo veía; creía que estas cosas le pasaban a las mujeres que ya estaban casadas, con hijos y con pocos recursos». Asegura que, tanto a ella, como a otras tantas mujeres, le costó identificar que era víctima del machismo.
En este sentido, echa buena parte de la culpa al «sistema patrialcal que predomina en la sociedad actual», un sistema en el que -añade- «nos enseñan a que nosotras siempre somos las que tenemos que ceder y darlo todo». Por este motivo, usa la historia que le tocó vivir para, aportándole dosis de humor, desmitificar y poner patas arriba un concepto de amor demasiado generalizado y que en realidad lo único que encierra son relaciones de poder.
Actualmente Pamela, que vive en Madrid y tiene dos hijos, se dedica a trabajar con jóvenes que se encuentran en situaciones de alto riesgo y en la prevención de la violencia. Se trata de un proyecto que nació hace 10 años con una exposición y al que ha dado continuidad con talleres y con estos monólogos.
No cree, como opinan otros, que hoy en día los jóvenes sean más machistas que antes, ni que la violencia de género esté aumentado en este colectivo. Más bien «es que el problema se está haciendo mucho más visible y se está empezando a romper el silencio». De hecho, afirma, son muchas las jóvenes que -después de una de sus actuaciones- se acercan hasta ella para indicarle lo mucho que se han sentido identificadas con su relato.
La solución, en su opinión, pasa por la educación, pero una educación que hace extensible a todos los ámbitos ya que «no solo educa el colegio y la familia».