Dos vehículos de Transportes Félix, abordados en las cercanías del paso fronterizo de Le Boulou por unos 100 viticultores francesas. De momento, ha sido cinco los camiones españoles afectados por la protesta.
Cinco camiones españoles, dos de ellos de la empresa castellanomanchega Transportes Félix, han sido abordados hoy en las cercanías del paso fronterizo de Le Boulou por un centenar de viticultores franceses, que vertieron a la calzada miles de litros de vino que llevaban en sus cubas para protestar por la llegada de una producción a la que acusan de hundir los precios.
Fuentes diplomáticas españolas indicaron a Efe que las cubas de dos de los camiones fueron íntegramente vaciadas, mientras que los tres restantes consiguieron salir con una parte de la carga del control que habían establecido los agricultores en el primer peaje de la autopista A9 tras la frontera.
Tras el suceso, el embajador se puso en contacto con los servicios del primer ministro francés, Manuel Valls, y del ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.
Según las fuentes, el departamento del Interior manifestó sus excusas al responsable de la legación diplomática.
Además, la prefecta (delegada del Gobierno) del departamento de los Pirineos Orientales tiene previsto recibir hoy al cónsul general de España en Perpiñán.
Los viticultores que habían organizado la protesta son principalmente originarios del departamento vecino de Aude, que se quejan de la entrada de vino español a granel a precios que varían entre 30 y 40 euros por hectolitro, cuando los caldos franceses se sitúan entre 70 y 80 euros.
La Confederación Española de Transportes de Mercancías (CETM) indicó en un comunicado que los dos camiones vaciados pertenecen a la empresa castellanomanchega Transportes Félix, que es uno de sus socios.
ATAQUE DELANTE DE LAS CÁMARAS DE TELEVISIÓN
La CETM lamentó que este ataque ocurriera «nuevamente en presencia de las cámaras de televisión y de miembros de la Gendarmería francesa que permitieron a los manifestantes actuar con total impunidad».
Por eso, mostró «una vez más su enérgico rechazo a estas acciones deplorables» y denunció «la pasividad con que el Gobierno francés se manifiesta permitiendo estos ataques».
La asociación de transportistas avanzó que pedirá que España y la Unión Europea (UE) «exijan responsabilidades» al Ejecutivo francés por vulnerar los tratados europeos al «permitir nuevamente que se impida la libre circulación de mercancía».
También reclamará que se reparen los daños y «se castigue a los responsables del ataque».
NO HAN SUFRIDO NINGUNA AGRESIÓN
Los conductores de los dos camiones de la empresa castellanomanchega Transporte Félix que han sido abordados no han sufrido ninguna agresión y regresan a España, donde llegarán mañana, 5 de abril, a primera hora.
Así lo ha confirmado a Efe el gerente de la empresa socuellamina, Félix López, quien ha precisado que los dos camiones cisterna se dirigían a la comarca de Nimes y que uno de ellos, cargado con 25.500 litros de vino a granel procedente de la Cooperativa Decoop-Baco, de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), ha sido vaciada íntegramente como medida de protesta, por considerar que hunden los precios.
Del segundo camión cisterna, que transportaba la misma cantidad de vino procedente de Bodegas Venta don Quijote, de El Toboso (Toledo) han vertido sólo unos 5.000 litros, ha precisado el responsable de la empresa de transportes que ha agregado que los conductores han permanecido en todo momento dentro de las cabinas ante la amenaza de los viticultores galos.
Los camiones y las cisternas en las que se transportaba el vino blanco no han sufrido ningún daño, ya que los agricultores franceses se han limitado a pintar en las mismas «Vino no conforme».
López ha subrayado a Efe que éste es el primer incidente que han sufrido en los casi 30 años que llevan transportando vino a Francia y ha cifrado las pérdidas del servicio en torno a los 5.000 ó 6.000 euros, ya que cada transporte de cada cisterna ronda los 2.500 ó 3.000 euros.
Respecto a las pérdidas que supone el vino vertido, Dcoop-Baco ha eludido pronunciarse.