Los ganaderos de la Sierra de Guadalajara han demandado hoy al Gobierno de Castilla-La Mancha que adopte medidas para evitar los ataques de buitres al ganado y que se responsabilice, como Administración competente, de esta especie protegida.
Así lo han indicado hoy en rueda de prensa los ganaderos afectados por los últimos ataques que han causado la muerte de seis vacas, cinco terneros y dos ovejas en los municipios de Valdepeñas de la Sierra, Atienza, Navas de Jadraque y Campillo de Ranas.
«Lo que queremos son soluciones» ha afirmado el presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG), Antonio Zahonero, quien junto al secretario general de esta asociación, Antonio Torres, ha denunciado la «pasividad» de la Administración autonómica ante este «grave problema», que «no se puede aguantar más».
Zahonero y Torres han considerado que en lugar de proteger al buitre, catalogado de especie protegida, «lo que tienen es que proteger a los ganaderos».
En 2008 ya se produjeron ataques de buitres pero hasta ahora no se habían vuelto a repetir, ha comentado Ángel Martínez, un ganadero de Valdepeñas de la Sierra, que ha apuntado que antes no tenían este problema pero que ahora «estos animales están muertos de hambre y no tienen qué comer».
Martínez se ha lamentado que sean ellos los que asuman los daños causados por una especie protegida y ha opinado: «Si es así, que se responsabilicen y no paguen ayudas de 500 euros sino el coste de una vaca o un ternero».
En este sentido, Armando Latorre, ganadero de Navas de Jadraque ha denunciado que «las ayudas no cubren ni la mitad del daño» y reconoce que el año pasado sufrió un ataque, en esa ocasión de lobo, «por el que me pagan 214 euros y pierdo 300 euros, y no la pedí porque se ríen de nosotros».
Asimismo, han asegurado que las ayudas de la Junta de Comunidades por ataque de lobos todavía no se han pagado.
Por su parte, el ganadero de Campillo de Ranas y vocal de los ganaderos, Francisco García, ha indicado que los daños producidos por ataques en los últimos años, sin contar el ovino, ascendieron a cerca de 140.000 euros y que ha habido ganaderos «con pérdidas de entre 70.000 y 80.000 euros».
Según los ganaderos, la población de buitres ha crecido exponencialmente estos años y en su zona apenas hay ganado ovino ni caprino, por lo que no se generan deshechos suficientes para dejar en los muladares ya que básicamente son ganaderías vacunas que no pueden depositarlos en estos lugares por motivos sanitarios.
Los ganaderos han dicho que no es extraño ver grupos de 60 a 100 buitres en la zona «que se encaran contigo si te acercas», ha relatado Samuel Alda, un ganadero al que le han matado una ternera esta misma mañana.
A su juicio, la última orden de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural para ampliar la red de muladares no es la solución, porque según ha señalado Torres además de que hay pocos (cinco en la zona del Alto Tajo y otros dos en el resto de la provincia) «el problema es que están vacíos, que no hay comida».
«Es un problema de equilibrio y a este paso una especie protegida se va a convertir en invasora», ha advertido Torres, que ha recordado que «la responsabilidad de protegerlos y mantenerlos es de la Junta», por lo que le ha pedido que adopte las medidas que considere oportunas porque «los buitres son suyos».
En este sentido, Torres ha anunciado que el próximo martes, 12 de abril, se reunirán con la directora general de Agricultura, Cruz Ponce, para analizar este asunto.