Evidentemente, no iban de farol. Era una evidencia conocida entre los alpinistas más avezados: según una información de El País, una medición con GPS ha confirmado recientemente que la cima del volcán ecuatoriano Chimborazo es el punto terrestre más cercano al alejado del centro de la tierra y por tanto más cercano al sol, dos kilómetros más que el mítico Everest (el renombrado, el que se lleva todos los honores), como ya constataron los hermanos ciudadrealeños (toledanos de adopción), Francisco y Félix Romero.
encastillalamancha.es publicó un reportaje en el que se daba cuenta del ascenso de los dos alpinistas precisamente al Chimborazo, al tiempo que daban cuenta de la mencionada información.
Francisco (izquierda) y Félix Romero.
Una expedición francesa, haciendo honor a la primera, también gala, que ya tuvo lugar en el siglo XVIII para constatar que la Tierra era achatada, ha demostrado, con un margen de error de más menos 10 centímetros, que el Chimborazo, de 6.268 metros, está a 6.384 metros de distancia del centro terrestre, mientras que el Everest está a dos kilómetros por detrás del volcán ecuatoriano respecto a aquel.
Ambos hermanos eran informados por encastillalamancha.es de la constatación científica de una verdad ya conocida. En cuanto a su actualidad, los dos esperan a cómo marcha la rodilla de Francisco a fin de acometer las cimas que les quedan para completar las montañas más altas de América, con las que acabarían su proyecto.
Cuenta Félix que, de no pasar su hermano por el quirófano, encararán a primeros de 2017 el Pico Colón, en Colombia, empresa que presenta un obstáculo serio: forma parte de una zona protegida, un parque nacional, un lugar en el que los pueblos indígenas no quieren que haya expediciones turísticas. De no lograrlo, abordarían otra de las cordilleras más altas fuera del parque natural.
Además del Colón o su alternativa deberán «reincidir» con el Huascarán, en los Andes peruanos, que ya tuvieron que abandonar por una fuerte ventisca.
Vencidos los picos de América Latina, quedaría América del Norte: el Denali (o McKinley), en Alaska, y el Monte Logan en Canadá. Completarían la gesta con el macizo Vinson, ya en otro continente, el antártico.
Por su parte, Félix tiene proyectada por su cuenta una expedición este verano al monte Kinabalu, en Malasia, completando así las cumbres ecuatoriales de Asia (en este caso) y África (ya coronó la cadena Rwenzori, en Uganda, una de las pocas cadenas montañesas con glaciares).
Los hermanos Romero, ingenieros ambos, entusiastas del alpinismo y la naturaleza, aprovechan sus viajes para alertar del deterioro del medio ambiente por los devastadores efectos del cambio climático, que ellos comprueban en primera persona y en los lugares privilegiados.