Los jugadores del CD Toledo no van a olvidar fácilmente el entrenamiento del pasado sábado, ya que recibieron la visita de Gema Hassen-Bey, una hija adoptiva de Toledo todo un ejemplo de superación, cuyo siguiente reto es subir el Kilimanjaro en silla de ruedas. Algo de lo que quiere imbuirse el Toledo para subir a Segunda División.
Gema, tras sufrir un grave accidente, aprendió a superar las dificultades en el Hospital de Parapléjicos de Toledo.
Gema, durante su visita al Toledo.
La dirección deportiva del Toledo invitó a Gema Hassen-Bey a conocer a la plantilla para que esta pudiera conocer su historia y así inspirarles tras compartir los retos a los que ambos se enfrentan.
La ciudad de Toledo está muy vinculada a la historia de esta deportista. Tras un inoportuno accidente, Gema pasó toda su infancia y parte de la adolescencia en el Hospital de Parapléjicos de Toledo. Al ser la más paciente pequeña en el área de rehabilitación, la llamaban «la niña del hospital». Pasó un año entero sin moverse de la cama y una década luchando día a día para reconstruir una vida que se había hecho pedazos en tan solo un minuto, cuando todo su destino cambió tras un trágico accidente.
Una fisioteraupeuta del hospital, lejos de sobreprotegerla, la sometió a situaciones de máxima dificultad para que aprendiera a solucionarlas de forma autónoma, ante cualquier situación. Así, Gema logró ir haciéndose con herramientas para usarlas contra las dificultades, que posteriormente pondría al servicio del deporte; situaciones que para cualquier deportista son muy costosas o difíciles, para ella acabarían situaciones normales.
«DE MI DEBILIDAD HE SACADO MI FUERZA»
Pronto apareció un nuevo enemigo, el miedo. A los miedos normales de todo ser humano se le sumaba la sensación de sentirte diferente, la estigmatización de la sociedad, que hoy día llama «discapacitados» a las personas con capacidades diferentes, les colocan etiquetas que les amurallan en un grupo rígido y les acaban convenciendo de limitaciones que nos son reales. También prorrumpió entonces el esfuerzo que conlleva vivir una vida normal (ducharse, cruzar una calle, coger una autobús…), ya que estos actos se convertían en situaciones dolorosas que tenía que aprender.
Entonces Gema decidió luchar contra ese miedo; y lo hizo con la ayuda de un profesor de esgrima de Toledo. Él consiguió inspirarle enseñándole toda la historia de la esgrima y la historia de Toledo como antídoto para el miedo. La silla de Gema sería entonces su caballo para reconquistar la vida, como el de Alfonso VI «El Bravo», que reconquistó Toledo.
Su espada se convertiría en la mejor arma para luchar contra ese enemigo. Así, aprendió el arte de manejar la espada mientras iba venciendo todos sus miedos. «Siempre hay un duelo contra el miedo, si huyes o te paras, gana él, si sigues adelante, gano yo. Ahora, si tengo miedo, lo veo como algo bueno, porque es una señal de que me importa lo que voy a hacer, y si me importa, me siento viva», piensa Gema.
UNA DEPORTISTA DE ÉLITE ÚNICA
Poco a poco fue madurando, haciendo deporte, superando retos, metabolizando sus dificultades hasta lograr reinventarse en una deportista de élite única. Ha disputado cinco Juegos Paralímpicos y logrado 12 títulos; fue la primera española en ganar una medalla en esgrima. Es licenciada en ciencias de la información, actriz, compositora y presentadora.
Ahora se enfrenta a su reto más importante: «la Cumbre Bey-Kilimanjaro Challence», que consiste en subir el pico Kilimanjaro en su silla de ruedas: un ascenso a 5.892 metros. El objetivo de superar este reto es ayudar a cualquier colectivo con capacidades diferentes a seguir luchando contra cualquier límite, tanto mental como físico.
El proyecto incluye construir una silla de ruedas versátil y eficaz para cualquier terreno, idear ropa que produzca calor para que no se congelen partes del cuerpo que por sí solas no generan calor y seguir avanzando en la tecnología que permita facilitar la vida a todas las personas, sean cual sean sus dificultades.
El pasado sábado, cuando volvió a Toledo, se emocionó al recordar lo importante que fue esta ciudad para ella.
COMPARTIENDO RETOS
Charló durante una hora con los jugadores, transmitiéndole sus valores, sus experiencias y sus herramientas de vida. Compararon el reto de subir al Kilimanjaro en silla de ruedas con el reto de jugar el play-off y ascender; se compararon miedos, experiencias y fórmulas para vencer todos los obstáculos que aparecen en los retos.
De forma simbólica se unieron los retos y los corazones de todos los presentes: sus seis cimas se unieron a las seis finales del Toledo, su espada al balón del Toledo y su silla de ruedas a las botas de los jugadores, a los que Gema inspiró, emocionó y maravilló con todo lo que transmitían sus ojos azules y su sonrisa perenne.
El Toledo desea sumarse también al proyecto de Gema Hassen-Bey. Así, su Responsabilidad Social Deportiva ya se ha puesto a trabajar para dar poyo logístico, financiación o cualquier cobertura posible a un reto maravilloso para esta madrileña, que fue adoptada en Toledo y se convirtió en un ejemplo para el deporte y la sociedad.
Gema es una embajadora de Toledo y el CD Toledo, ya que que se une al proyecto del club en su compromiso con la ciudad y la sociedad. La entidad se comprometerse con la Cumbre Bey-Kilimanjaro Challence para aportar su granito de arena al objetivo de que las personas con capacidades diferentes tengan una vida fácil, cómoda y normalizada.