Menudo susto se llevó cuando le llegó la factura de la compañía eléctrica, porque le reclamaba nada más y nada menos que 3.000 euros en concepto de facturas atrasadas. Algo pasaba…
Efectivamente, fue cuando este vecino del barrio de Azucaica, en Toledo, se dio cuenta de que alguien se estaba aprovechando de él y presentó la correspondiente denuncia en la Comisaría de Policía.
Tras la correspondiente investigación se detuvo a un vecino que residía en una vivienda unifamiliar y que accedió a la cámara de aire de la casa colindante con la que comparte módulos eléctricos y realizó un enganche ilegal para abastecerse de forma fraudulenta de suministro eléctrico.
La Policía avisa que este tipo de delitos «no se limitan únicamente a la modificación de contadores o enganches a la red eléctrica, sino también a cualquier otra situación de defraudación de otras energías como gas, agua, telecomunicaciones y que están sancionados con penas de multa de hasta 12 meses.