«El día 21 de este mes de abril de 2016 se cumplen 12 años desde que nada más llegar al gobierno el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, sometiéndose a las presiones de los nacionalistas catalanes a los que necesitaba para lograr su investidura, aprobaba una sus primeras decisiones como presidente del gobierno, como fue la derogación del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en lo que al Trasvase desde la desembocadura del Ebro al Levante se refiere.
La actitud de Zapatero fue muy similar a la que estamos viviendo en los últimos meses, ahora con Pedro Sánchez como protagonista, priorizando ambos sus intereses personales y partidistas por encima de las necesidades y el futuro de millones de españoles. Porque el PHN suponía la culminación de un proyecto histórico diseñado a principios del siglo XX, fundamental para lograr un equilibrio hídrico entre la España húmeda y la España seca.
Un Plan que se aprobó con el voto mayoritario del 85 por 100 de los miembros del Consejo Nacional del Agua, incluido el representante de la comunidad de Castilla-La Mancha. Un Plan en el que todos ganaban y nadie perdía porque se garantizaba que solo se trasvasaría el agua excedentaria de la cuenca del Ebro, en su desembocadura y justo antes de ser vertida al mar. Un Plan financiado además con fondos aportados en gran parte por la Unión Europea y que suponía poder llevar a cabo importantes inversiones y la creación de miles de puestos de trabajo directos e indirectos, siendo nuestra región, y especialmente nuestra provincia de Guadalajara, una de las más beneficiadas, tanto por la disminución de la cantidad de agua que se hubiese tenido que trasvasar desde la cabecera del Tajo una vez que se hubiese puesto en marcha este Plan, como por las importantes obras previstas a realizar en la provincia, como fue, por ejemplo, la construcción de un magnífico y bello Azud en el municipio de Pareja.
Pero llegó el Partido Socialista al gobierno de España y se produjo la derogación este gran Plan Hidrológico Nacional. Zapatero necesitaba para su Investidura el apoyo parlamentario de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), su entonces socio en el gobierno catalán (quién no recuerda al inefable Carod Rovira) ), y no dudó ni un momento, como ahora está haciendo también Pedro Sánchez, en anteponer sus intereses personales al interés general de todos los españoles, derogando un Plan que por fin, después de muchos años, conseguía llevar a cabo una ordenación de los recursos hídricos en España, en los que como se establece en nuestra Constitución, primaba el principio fundamental de solidaridad interterritorial.
Aunque eso sí, la derogación del PHN no fue total ya que Zapatero no solo no derogó la principal obra que afectaba a sus socios catalanes, como era la ejecución de la tubería de conducción de agua desde el Ebro a la ciudad de Barcelona y su área metropolitana, sino que además se llevó a cabo con carácter de urgencia y en un tiempo récord.
La derogación del PHN fue una celebración para Zapatero y sus socios nacionalistas y secesionistas catalanes, pero un duro golpe para las expectativas de liberación de caudal a trasvasar para la cabecera del Tajo, que fue condenada por Zapatero y el partido socialista a seguir siendo la única cuenca cedente de España.
Por eso el próximo 21 de abril habrá un cumpleaños, pero un cumpleaños en el que los guadalajareños no solo no tenemos nada que celebrar sino mucho que lamentar, porque es el cumpleaños de una decisión del PSOE muy negativa para nuestra provincia y para el conjunto de los españoles».
Juan Pablo Sánchez Sánchez-Seco (secretario general del PP y senador por Guadalajara)