CSIF ha decidido iniciar movilizaciones contra el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado viernes de instar una interposición de recurso de inconstitucionalidad con respecto a la decisión de Castilla-La Mancha de recuperar la jornada de 35 horas en las administraciones dependientes de esta región.
El sindicato anuncia, como primera medida, concentraciones de delegados el próximo jueves ante las subdelegaciones del Gobierno en las capitales de las cinco provincias de Castilla-La Mancha.
CSIF intentará también reunirse con el PP regional para convencerles de «la inutilidad de esta medida y su carácter perjudicial, no sólo para 68.000 trabajadores, sino también para el empleo y los servicios públicos esenciales para los ciudadanos», indican en un comunicado de prensa.
El sindicato independiente recuerda que la subida de la jornada laboral se realizó en 2012 de manera temporal y que ya parece tiempo de ir abandonando recortes excepcionales. Además, volver a la jornada de 37,5 horas «pondría en riesgo la creación de cientos de empleos, en especial en sanidad y servicios sociales, lo que redundaría en peores servicios públicos para los ciudadanos de nuestra región».
«UN FAROL DE MONTORO»
Por otro lado, CSIF indica que otros gobiernos autonómicos como el del País Vasco, distintas Universidades y otras administraciones locales (Ayuntamientos y Diputaciones) están llegando a acuerdos que recogen la jornada de las 35 horas semanales para sus empleados públicos. Para el sindicato y viendo el panorama político actual, «este anuncio parece más un farol de Montoro que una medida con visos de prosperar».
El sindicato señala que «echar para atrás la única medida positiva que Page ha tomado respecto a los empleados públicos de la JCCM sería una estulticia sin justificación alguna» y recuerda que, a día de hoy, «se mantiene en Castilla-La Mancha la Tasa Page-Cospedal del 3 por 100, no se ha cobrado íntegra la extra de navidad de 2012 y perviven las peores ratios de la educación en España. Todas estas injustas medidas se mantienen tras el ridículo acuerdo firmado por el Gobierno de C-LM con sus sindicatos afines.