Hasta el 31 de mayo la antigua fonda de la estación Renfe de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) acoge la exposición «Ausencias y presencias», de Áureo Gómez.
Áureo es uno de los pocos artistas contemporáneos alcazareños en activo. Su acercamiento al arte desde su primera juventud le hace tener una serenidad de producción muy estimada en su entorno. Crecido en el auto-didactismo y recogiendo premios, reconocimientos y galardones en muchas convocatorias, ha sido maestro de aficionados y de pintores. Ahora en el comienzo de la madurez, trae una obra más joven que nunca en un renovado esfuerzo de contar su particular visión del mundo.
En esta exposición pone de manifiesto que el uso de los espacios industriales, incluso sin considerar especialmente sus condiciones geográficas, es perfectamente compatible con las manifestaciones artísticas. Pero en esta ocasión Áureo ha acertado convirtiendo la antigua fonda de la estación ferroviaria en sala temporal de exposiciones, no solo por el uso del espacio, sino por la simbología que acarrea esta puerta de la ciudad como una puerta al arte contemporáneo.
El segundo acierto de Áureo es el tratamiento global del espacio. El artista ha querido y ha sabido convertir el propio espacio en una obra artística, integrando las paredes en la exposición.
Pero de todos, el acierto principal es la obra que presenta, una colección de 20 piezas entre las que hay pintura, escultura y esculto-pintura, que dan una clara idea del proyecto del autor.
Si bien es verdad que la variedad de materiales de soporte es amplia y va desde el metal al lienzo, la madera, el barro… El soporte de la exposición en sí es el cristal.
La pieza principal de la exposición es la que le da nombre: «Ausencias y presencias», consiste en un mosaico vidriera contemplable a ambas caras de dimensiones aproximadas de 200 cm de alto por 400 de largo. Esta compuesta de piezas de cajas de cristal a modo de paves, donde cada una tiene un tratamiento artístico distinto en sus dos caras vistas.