Con dos largas y sentidas ovaciones del centenar de asisientes ha comenzado su andadura el nuevo consejero de Educación, Ángel Feleto, que ha tomado hoy posesión de su cargo en presencia de su predecesora, Reyes Estévez.
“Mi buen amigo”, fueron las primeras palabras del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al intervenir en la toma de posesión de Ángel Felpeto como consejero de Educación Cultura y Deportes.
Era perceptible la cara de satisfacción del presidente por haber recuperado a un colaborador que siempre quiso tener a su lado, aunque no siempre pudo, a alguien a quien admira y a quien, a la vista de la experiencia de estos 10 meses de gobierno, considera la persona más capacitada, por no decir la única con cualidades, para hacer frente al incendio declarado en la educación pública castellano-manchega tras la gestión de Reyes Estévez. “Un valor seguro”, en sus propias palabras, que “cree en la política en mayúscula, en el entendimiento, en las instituciones y cuando dice a la gente que en la Consejería tienen su casa no es protocolario, no hay nadie que queriendo hablar con él no lo consiga”. Además, Page ve a su nuevo consejero “feliz”, porque aunque asegura que le va “a pedir mucho, tiene muy claros los objetivos y que el equipo de la Consejería es magnífico”.
DESTONTENTO GENERALIZADO
La situación era de clamoroso y generalizado descontento y estaba claro que Estévez sería la primera en caer del Consejo de Gobierno que tomó posesión el 9 de julio. Y a tenor de los calurosos aplausos de los presentes en la toma de posesión de Felpeto, el presidente ha elegido bien y al gusto de la mayoría.
Frases como “la situación era insostenible”, “así no podíamos seguir” o “no hay nadie que hable mal de Ángel Felpeto” corrían de boca en boca entre los invitados, todos conscientes, eso sí, de que solo con diálogo no se solucionarán los problemas.
Consciente de ello, el propio presidente advirtió que no hay más dinero que hace un año y repasó algunos de los avances de estos meses en materia educativa: el desbloqueo del campus Guadalajara, la recuperación de buena parte del transporte escolar recortado, oferta pública de empleo con 750 plazas…
En cualquier caso, Page no quiso hacer sangre de la consejera destituida, que estaba en la sala. Todo lo contario, se agarró a la explicación oficial de problemas de salud derivados de un accidente y a que la propia Reyes Estévez le había pedido el relevo hace meses, pero alabó su esfuerzo y anunció que seguirá contando con su criterio y experiencia en el nuevo puesto que la ha ofrecido como asesora en la Presidencia de la Junta.