La sanidad pública de Castilla-La Mancha ha recibido un 6,06 sobre 10 de puntuación por parte de los ciudadanos, por debajo de la media de España que ha sido de 6,38, aunque los castellanomanchegos valoran por encima de la media las consultas de atención primaria y las urgencias de los hospitales.
Así se desprende del barómetro sanitario 2015, elaborado por el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para conocer el grado de satisfacción de los ciudadanos respecto a los servicios sanitarios.
Los navarros, con una nota de 7,38, y los aragoneses, con un 7,18, son los que mejor puntúan la sanidad pública española, que recibe una media de 6,38 sobre 10, mientras que los melillenses y los canarios son quienes peor la valoran, con un aprobado raspado.
Por encima de la media de 6,38, además de Navarra y Aragón, las comunidades sus ciudadanos tienen mejor opinión de la sanidad pública son País Vasco (6,96), Cantabria (6,93), Murcia y La Rioja (6,88), Asturias (6,83), Castilla y León (6,70), Baleares (6,62) y Madrid (6,59).
En el lado opuesto, los melillenses son los que peor valoran este servicio, con una nota de 5,40, por debajo de los canarios, que le dan un 5,80, y los castellanomanchegos, con un 6,06.
Las consultas de atención primaria reciben de media un notable, un 7,28, que es más elevado en Aragón (8,03), Cantabria (7,96) y Navarra (7,85), mientras que en Castilla-La Mancha también son valoradas por encima de la media con un 7,96.
Una puntuación ligeramente inferior es la que reciben las consultas de los especialistas (un promedio de 6,73) y en este caso también son aragoneses, cántabros y navarros los más satisfechos, mientras que los castellanomanchegos las valoran ligeramente por debajo de la media con un 6,59.
Respecto a la atención en urgencias de los hospitales, a la que se da una nota de 5,86, son los aragoneses quienes mejor la puntúan (6,76), seguidos de los vascos (6,68) y los cántabros (6,49), en tanto que la puntuación de los castellanomanchegos está ligeramente por encima de la media con un 5,88.
El médico de cabecera es el servicio sanitario mejor valorado por los pacientes, porque de media los españoles le puntúan con un 7,59, de media y todos están razonablemente satisfechos del tiempo que les dedica su médico y de la confianza y seguridad que les transmite.
También pregunta este barómetro por asuntos como el copago farmacéutico, sobre el que el 36,3 por 100 cree que habría que volver al sistema anterior en el que los pensionistas no tenían que abonar nada por sus medicamentos, el 30,4 por 100 considera que las aportaciones deberían estar más ajustadas al nivel de renta de los pacientes y el 25 por 100 estima que es adecuado.
Melillenses, murcianos y baleares son los que están más en contra del copago, mientras que riojanos, extremeños y castellanomanchegos son más partidarios, por el contrario, de que se mantenga el modelo actual.
En concreto un 33,6 por 100 de los castellanomanchegos consideran que está bien como está porque ahora cada persona paga según su nivel de renta, mientras que un 32,8 por 100 entiende que debería contemplar más tramos para que las aportaciones sean más adecuadas al nivel de renta de los pacientes.
A su vez, un 29,6 por 100 abogan por volver al sistema anterior en el que los pensionistas no pagaban por las recetas y el resto sí.
En Castilla-La Mancha, el pasado 1 de mayo entró en vigor la Orden de la Consejería de Sanidad que regula el reintegro de gastos a los pensionistas por el exceso de copago de medicamentos.
El 15,7 por 100 de los encuestados confiesa que guarda en casa envases enteros de medicamentos recetados por su médico: los más precavidos son los melillenses (el 29 por ciento los tiene) y los aragoneses (28,6), y los que menos, los navarros (4,3 por ciento).
Hay diferencias de opinión según las comunidades al ser preguntados sobre si se prestan los mismos servicios a las personas con independencia del lugar en el que residan. De media, el 41,3 por 100 de los españoles cree que no se prestan los mismos servicios.