Éste es el segundo de tres reportajes donde se expone la evolución de Castilla-La Mancha desde que es comunidad autónoma. Los datos reflejan el cambio que la sociedad castellanomanchega ha vivido durante estos 34 años.
Postal publicitaria de Renfe: «Desde este apartado de «Enpetrol» (Puertollano) se transportan anualmente más de tres millones de toneladas por ferrocarril». Publicada en el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha de la UCLM.
Hablar de la economía castellanomanchega en 2016 es hablar de «cierta recuperación» tras la crisis probablemente más larga de la historia. Una economía que ha visto como la actividad industrial se ha frenado levemente en el último año y como el sector servicios repuntaba; al tiempo que las exportaciones y las importaciones crecían de forma notable. La nota más negativa es la que registraba el paro, ya que en 2015 la tasa se sitúo en el 24,97 por 100.
Castilla-La Mancha ha cambiado desde que se constituyó como comunidad autónoma. El Producto Interior Bruto (PIB), es decir, la riqueza de la región ha pasado de 4.782 millones de euros en 1983 a 37.715 en 2015.
A principio de los 80 del siglo pasado, la economía regional se encontraba a niveles de Aragón (4.794 millones) o Asturias (4.030) y estaba muy alejada de las más potentes como eran Cataluña (28.147) o Madrid (22.915). Pese a ello, Castilla-La Mancha estaba ligeramente por delante de otras como Extremadura (2.498), Navarra (2.156), Cantabria (1.974) o La Rioja (1.086).
Y unos 30 años después, Aragón alcanza los 33.793 millones y Asturias los 21.594. Las economías más potentes siguen siendo Cataluña (con un PIB de 204.666 millones) y Madrid (con 203.626). A la cola se encuentran Navarra (18.245), Extremadura (17.589), Cantabria (12.171) y La Rioja (7.974).
DE TIERRA AGRÍCOLA A TIERRA DE SERVICIOS
En 1960 en la economía castellanomanchega mandaba la agricultura. El sector agrícola suponía el 45,6 por 100 de la riqueza regional, seguido del sector servicios (29,9 por 100) y del industrial (20,4 por 100). En aquellos años la construcción apenas representaba un 4,1 por 100.
Con el paso de los años los papeles de los sectores protagonistas cambiarán de manos. Así, el sector servicios será el que más peso tenga en la economía regional, representando el 58,2 por 100 en 2015; le sigue el industrial, que supone el 19,8 por 100; y por detrás se encuentra la agricultura, con un 6,7 por 100, y la construcción, con un 6,1 por 100.
DE EXPORTAR 65 MILLONES A SUPERAR LOS 5.000
En los últimos años, la exportación ha sido uno de los indicadores económicos que, cuando todo iba mal, se mantenía e, incluso, crecía. No siempre ha sido así. En 1981 apenas se exportaba unos 65 millones de euros, cifra muy alejada de los 5.996 millones de la actualidad.
Castilla-La Mancha también importa más, se ha pasado de 84 millones a principio de los 80 del siglo pasado a 6.800 en 2015.
Los productos que enviaba la región al exterior han ido cambiando. Si al principio los que más se exportaban se centraban en calzado, cereales, muebles y sillas o legumbres; ahora las bebidas (especialmente el vino) o los aparatos mecánicos ocupan el primer puesto de los más vendidos fuera de España.
Las empresas castellanomanchegas han apostado por la exportación tal y como se observa en el número de las mismas que han decidido hacerlo. Así, se ha pasado de 1.812 empresas en el año 2000 a 5.056 empresas en 2015.
DE LA TASA DE PARO MÁS BAJA A LA ACTUALIDAD
En la actualidad, la tasa de paro en la región es del 25,45 por 100, una cifra que supera la tasa nacional en cuatro puntos (21 por 100). Castilla-La Mancha es la cuarta con mayor tasa, por detrás de Andalucía (29,7 por 100), Extremadura (29,13 por 100) y Canarias (26 por 100).
La población activa castellanomanchega ha ido creciendo. En 2002 se situaba en 715.500 personas, en 2007 rondaba las 949.000; y en 2016 se encontraba en 983.500.
En el siglo XXI hay varios momentos en los que se logra tasas de paro que, en comparación con la actualidad, son verdaderos hitos. Así ocurrió en 2001 cuando se logró volver a unas cifras comparables a las de 1980 al alcanzar el 8,9 por 100. Un valor que volverá a registrarse en el segundo trimestre de 2004 (8,9 por 100), en el tercer trimestre de 2005 (8,44 por 100), en el cuarto trimestre de 2006 (8,05 por 100) y, especialmente, se alcanzará la cifra más baja de la historia en 2007, que comenzó el año en un 7,89 por 100 para llegar al 7 por 100 en el tercer trimestre.