Los vecinos Seseña siguen preocupados por la calidad del aire en el sexto día de incendio del cementerio de neumáticos y no se conforman con los datos tranquilizadores de las unidades de medición de aire, según ha dicho el presidente de la asociación de vecinos El Quiñón, Juan Domínguez.
Reunión de los vecinos con las autoridades.
Domínguez se ha pronunciado así en declaraciones a los periodistas tras la reunión de dos horas que han mantenido en el Ayuntamiento de Seseña las cuatro asociaciones de vecinos del municipio; el alcalde, Carlos Velázquez; el delegado de la Junta en Toledo, Javier Nicolás; el viceconsejero de Medio Ambiente, Sergio González; y el director general de Salud Pública, Manuel Tordera.
«Todo el mundo está muy preocupado, teníamos que saber qué estaba pasando ante tantas informaciones», ha explicado el representante vecinal, quien ha dicho que ni él ni «muchos vecinos» están de acuerdo con que se haya levantado el confinamiento ni con que se haya abierto el colegio de El Quiñón, la urbanización más próxima al incendio.
A su juicio, la apertura de este centro educativo es «una locura» porque «el viento a cada rato está para un lado y para otro, va girando y ese almacenamiento de humo se queda congestionado».
«El colegio debería estar cerrado hasta que se extinga el incendio, las madres están muy preocupadas», ha advertido Domínguez, quien ha dicho que desde su asociación mantendrán una reunión con el AMPA del centro, al que hoy han acudido apenas un centenar de alumnos de los 772 que están matriculados.
El presidente de la asociación de vecinos, que ha dicho que vive frente al cementerio de neumáticos, ha asegurado que en la urbanización «pega el aire», lo que provoca irritación de ojos y garganta.
De hecho, ha afirmado que conoce «tres casos» de vecinos que han tenido que acudir al médico, una chica con las «pupilas dilatadas» y «dos hombres afectados de bronquios».
En este sentido, ha lamentado que hay trabajadores en el municipio que «se están ahogando» y «tienen que trabajar ocho horas».
«El aire no viene y se va, viene, te mete castaña, tú estás trabajando y tú estás chupando y trabajando. A las dos o tres horas, hay personas que están totalmente cansadas, afectadas, ahogándose y se ponen una mascarilla de esas baratas que hay y no les hace nada, es peor, se ahogan más», ha expuesto Domínguez.