El pacto que han alcanzado Podemos, Izquierda Unida, Equo y otra docena de organizaciones políticas para presentarse juntas a las elecciones generales del próximo 26 de junio, con el nombre de Unidos Podemos, ha despertado aplausos y mucha ilusión en una parte de la sociedad, y también críticas y temor en otro sector. Y tan respetable es estar a favor de esa coalición electoral como mostrarse en contra.
Lo que no merece ningún respeto ni es propio de una democracia es la lamentable estrategia que, una vez más, utilizan algunos dirigentes del PP para combatir a esa coalición electoral legítima: intentan meter miedo a la ciudadanía, sacando a relucir el fantasma del viejo comunismo y diciendo cosas que no son verdad. ¡Cuidado, que viene el coco comunista! Varios medios de comunicación caminan por esa misma ruta.
UNA VUELTA AL PASADO
En los últimos años de la dictadura franquista apareció escrita en algunas paredes esta frase: «Hay que matar al cerdo de Carrillo», en referencia a Santiago Carrillo, que entonces era secretario general del Partido
Comunista de España (PCE). Debajo de una de esas pintadas, alguien con mucho ingenio respondió con otra frase que hizo historia: «Carrillo ojo, te quieren matar al cerdo».
Ahora parece que hay quienes optan por volver a esa práctica de meter miedo para descalificar a su adversario político, en vez de defender su propia ideología con argumentos serios y, sobre todo, con hechos. ¿Será porque lo que han hecho hasta ahora no es para presumir?
Se equivocan. Olvidan que los electores no son tontos y que tienen suficiente información para decidir por sí mismos. También olvidan que el PCE contribuyó de manera importante a la vuelta de la democracia, junto con Alianza Popular, el PSOE y otros partidos. Eso de los rojos peligrosos es un lenguaje de otros tiempos felizmente superados y nadie debería utilizarlo ya.
ESPERANZA AGUIRRE: «LA IDEOLOGÍA MÁS CRIMINAL»
Esperanza Aguirre aplica esa práctica de meter miedo, y se le llena la boca con la palabra «comunista» cada vez que tiene ocasión. La actual concejala del PP en el Ayuntamiento de Madrid reconoce que Unidos Podemos -la coalición formada por Podemos, Izquierda Unida y otros partidos- es «legítima», faltaría más, pero ha dicho que en ella «todos son comunistas», aunque sabe que eso no es cierto. Se ha quedado tan ancha y, ya puesta a dar titulares, ha añadido: «El comunismo es la ideología más criminal de toda la historia».
Su mensaje es bien claro: si el comunismo es tan malo y en Unidos Podemos todos son comunistas, quien vote a esa coalición estará votando a lo peor de lo peor. Pero Aguirre no dice la verdad, porque ni todos los dirigentes y afiliados de Podemos son comunistas ni lo son todos los de Izquierda Unida ni tampoco los de Equo o los de las otras formaciones de la coalición. Ni muchísimo menos. Ni todos, ni la mayoría y, en algunos casos, ninguno. Hay partidos en esa coalición que no tienen nada que ver con el comunismo.
Esperanza Aguirre puede opinar lo que quiera, pero no debería utilizar falsedades para criticar a sus adversarios políticos. Antes de hacer declaraciones como esas debería enterarse, por ejemplo, que IU es una federación de partidos integrada por el Partido Comunista, sí, pero también por Izquierda Abierta, Izquierda Republicana, Partido Feminista, Colectivo de Unidad de los Trabajadores (CUT) y otros, muchos de ellos sin relación con el comunismo. La mitad o más de los afiliados a IU no pertenece al PCE, y ese porcentaje es mayor entre sus simpatizantes y votantes.
NO TODO VALE EN POLÍTICA
Lo mismo ocurre con Podemos, Equo y otros grupos integrados en Unidos Podemos, que en sus filas pueden tener a personas de ideología comunista pero también aglutinan a una gran mayoría que no comulgan en absoluto con el comunismo. Pero si Aguirre reconociera que ésta es es la verdad no podría hacer afirmaciones como las citadas. En política no vale todo para conseguir votos o titulares en los medios, pero a ella parece que sí.
No son únicamente los dirigentes del PP y de la derecha quienes intentan demonizar a Unidos Podemos con el fantasma del comunismo. Algunos medios de comunicación también ponen esa etiqueta a Izquierda Unida (IU), como si el PCE fuera el único partido que integra esta federación de izquierdas.
Durante años, periódicos como ABC, La Razón y otros escribían la palabra «comunista» cada vez que citaban a Izquierda Unida, formación a la que apenas dedicaban espacio pese a que era la tercera fuerza política de España, detrás de PP y PSOE. Últimamente también se ha sumado a esa práctica El Mundo, tal vez porque sus responsables quizá quieren situar al periódico más a la derecha para que no les pise terreno ABC.
Cada medio de comunicación, cada político y cada ciudadano tiene todo el derecho a opinar lo que quiera y a defender o criticar a los partidos políticos como considere conveniente. También a Unidos Podemos, una
coalición de la que se pueden y se deben criticar distintos aspectos. Pero la crítica hay que hacerla con honradez y sin utilizar prácticas tan rechazables como la de meter miedo al votante. Por respeto al electorado, los políticos deben informar de su programa, para que el ciudadano decida libremente a qué candidatura vota. Así de sencillo.