La Catedral de Toledo ha acogido la presentación de la Custodia de Arfe que, desde el pasado mes de octubre, había sido sometida a un profundo proceso de restauración por parte del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE). Al acto han acudido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez; el deán de la Catedral, Juan Sánchez; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón; y la subdirectora general adjunta del IPCE, Carmen Pérez de Andrés.
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Según informa la Junta en nota de prensa, García-Page ha tenido palabras de reconocimiento para esta pieza clave de la orfebrería religiosa española que como, «patrimonio de la humanidad» en sí mismo, «no deja indiferente a nadie en el corazón». «Es un símbolo intergeneracional, que se cuida desde niño y que llega a cualquier frontera», ha subrayado García-Page.
Del mismo modo, García-Page también ha tenido palabras de reconocimiento para el arzobispo primado de Toledo por «su determinación» para con la festividad del Corpus Christi en la capital de la región de los últimos años.
Por su parte, la alcaldesa de la ciudad -tras agradecer al arzobispo y al deán de la Catedral su empeño por afrontar estos trabajos- ha felicitado también a los expertos y profesionales que han participado en este proceso «corto pero intenso». «Me imagino que tener estas piezas entre vuestras manos ha sido una sensación única». Ha añadido que este año «el momento en el que saldrá la Custodia por la puerta de la Catedral será más brillante que nunca».
La Custodia de Arfe es uno de los momentos cumbres de la orfebrería religiosa española y ya luce en la también remodelada Sala del Tesoro de la Catedral Primada de Toledo que, a partir de ahora, se dedicará en exclusiva a la exposición de la Custodia, lo que permitirá que el visitante pueda tener una visión de 360 grados de la obra.
El conjunto se compone de dos partes: un ostensorio o custodia de mano, obra de Jaume de Aimeric, realizada en oro macizo con esmaltes y pedrería, que perteneció a Isabel la Católica; y la tallada por Enrique de Arfe en plata dorada y que fue elaborada entre 1517 y 1524 por encargo del cardenal Cisneros, dentro de la que se aloja la primera. Ambas piezas se asientan sobre la llamada pena de los Ángeles, obra del siglo XVIII de Manuel Bargas Machuca.
El proceso de restauración ha terminado justo a tiempo para que, el próximo jueves, la Custodia pueda procesionar por las calles de la capital regional, coincidiendo con las fiestas del Cospus Christi, declaradas de Interés Turístico Internacional.