El 2,6 por ciento de las zonas de baño en España presentan mala calidad, entre ellas el río Alberche a su paso por la localidad toledana de Escalona, lo que sitúa al país entre los peores de la UE en el índice anual presentado hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), correspondiente a 2015.
España, que redujo en medio punto el número de zonas de baño de mala calidad con respecto a 2014, solo se ve superada en términos porcentuales por Francia (2,8 %), Eslovaquia (3 %), Bulgaria (3,2 %), Holanda (3,4 %), Irlanda (4,4 %) y Reino Unido (4,9 %), todos por encima de la media comunitaria del 1,6 %.
En términos absolutos Italia y Francia presentan la mayor cifra, con 95 cada una del total de 385 zonas de baño de mala calidad, por las 58 de España, que acapara el 10,1 % del total de áreas analizadas por la AEMA, organismo con sede en Copenhague.
El 95,5 % de las zonas de baño costeras y de interior en España presentan calidad suficiente, mientras que es excelente en el 83,2 %, frente al 95,3 y el 81,7 registrados el año pasado, cifras que no obstante están por debajo de la media en la UE.
De las más de 21.000 zonas de baño analizadas en Europa, el 96 % cumple con los requisitos mínimos y el 84,4 % alcanza la excelencia.
Destacan sobre todo Luxemburgo, con el cien por cien de zonas de baño de calidad excelente; seguido por Chipre (99,1 %), Malta (97,7), Grecia (97,2), Croacia (94,2), Italia (90,6), Alemania (90,3) y Austria (90,2).
ZONAS DE BAÑO DE MALA CALIDAD ESPAÑOLAS
De las 58 zonas de baño de mala calidad españolas, 9 menos que hace un año, más de la mitad están situadas en Galicia, y de ellas 22 en la provincia de A Coruña, como los arenales de Barranán (Arteixo), Area da Vila y Camelle (Camariñas); A Concha, Estorde y Lires (Cee), Barallobre (Fene) y Caranza y A Cabana (Ferrol).
Otras playas gallegas señaladas por el informe de la AEMA son las de Penaoural (Burela), Sobreira (Moaña), Salgueirón (Cangas) y Arealonga (Redondela).
Suspenden también las aguas de ríos gallegos como el Tambre, a su paso por Brión; el Furelos (Melide); Eume (As Pontes), Chamos (O Corgo), Sil (Ribas de Sil), Neira (Baralla), Tamega (Verín) y Arzoa (Vilardevós).
En Asturias no pasan el corte de calidad de las aguas las de las playas de Luarca y Serantes (Tapia de Casariego); en Baleares, las calas de Egos (Santanyi) y Pedrera (Es Castells); y tampoco lo hacen la vasca de San Antonio (Sukarrieta) y la valenciana de Medicalia (Puig).
Ocho zonas de baño suspenden en Castilla y León, seis de ellas en la provincia de Ávila, en el entorno de la sierra de Gredos: el río Arenal y el río Pelayo, en Arenas de San Pedro; la garganta del río Tietar, en Gavilanes; el río Cantos, en El Hornillo; el Tormes, en La Horcajada; y el arroyo Cimorro en Navalacruz.
El río Arlanzón, a su paso por Burgos, y el Río Cua, en Vega de Espinareda, tampoco alcanzan el nivel mínimo de calidad.
En Andalucía suspenden las aguas de cuatro ríos; el Genil, en Güejar Sierra; el Aguascebas, en Villacarrillo; y el Genal, en Algatocín y Jubrique.
La AEMA señala también tres ríos aragoneses (el Ara, en Fiscal; el Subordán, en el Valle de Hecho; y el Arba de Luesia, en Luesia); dos extremeños (el Rivera de Usagre, en Usagre; la garganta de Pedro Chate, en Jaraíz de la Vera), el navarro Anduna (Ochagavia) y el castellanomanchego Alberche, a su paso por Escalona (Toledo).