El pintor ciudadrealeño Pedro Castrortega (Piedrabuena, 1956), afincado en Madrid, inaugurará el 2 de junio en Toledo la exposición «Sueños rotos», que se podrá ver hasta finales de mes de junio en Las Cuevas de Hércules.
Esta nueva exposición coincidirá en el tiempo con la muestra «Las visiones fantásticas» que Castrortega inauguró a principios de abril en París en la galería 5 Contemporary Art Gallery y que también estará abierta hasta finales de junio.
Castrortega, en declaraciones a Efe, ha señalado que «Sueños rotos» es un trabajo especialmente pensado para ser expuesto «no en una sala de exposiciones, sino en un aljibe romano del siglo II, como es este que se encuentra en Toledo».
El pintor ha señalado que en esta exposición reflexiona sobre «quién construyó este edificio, con qué intenciones, con qué sueños y con qué proyecto de futuro».
Ahora, ha dicho, «es una ruina arquitectónica, vacía de agua, pero llena de enigmas, de tiempo, de miradas, de rumores, que durante siglos tuvieron luz y soñaron».
«Cuando se me planteó este lugar para exponer, pensé en todo esto, en cuántos sueños se construyen, se viven y se entregan o se reciben, para ir más allá de nuestro contorno, quizás para llegar a otras orillas, o simplemente para sentir que estamos, o quizás, que hemos estado, como en este caso», ha reflexionado el artista.
«Sueño rotos», ha dicho, es «una declaración de intenciones, una mirada personal al tiempo actual, al momento que nos toca vivir, que está lleno de vacíos, y en donde soñar, es casi un milagro».
La exposición es multidisciplinar, ha explicado, e incluye obras de escultura y dibujo.
Toda la exposición gira entorno a una escultura principal de cuatro metros, suspendida en el aire, y que representa un pájaro atrapado en una trampa.
Esta escultura está elaborada con aglutinantes y tejido, en el cual, ha señalado, «se entremezclan en tiras escritas, saliendo y entrando del tejido, los treinta artículos de la declaración de los derechos humanos».
«Un elefante-ballena de cinco metros atrapado en un gran cepo reposa varado sobre las ruinas milenarias, dos cabezas que se besan escondidas en una hornacina, que quizá guardó algún secreto; una araña, que es pisoteada, como siempre, por una bota de oro» son algunas de las esculturas que forman parte de esta exposición, que se complementan, con unos dibujos realizados por el artista castellanomanchego.
«Sueños rotos», ha apuntado, «es, en definitiva, una reflexión intemporal, una ofrenda, en la entrega que cada uno debe hacer, independientemente de intereses, de tiempo, de ideologías o creencias», ha apostillado