La nube de polvo provocada ayer durante el proceso de retirada de los restos de amianto en el Polígono de Toledo fue provocada «por una mezcla de lodo y cemento procedente de los decantadores de reciclaje de agua que la empresa Ibertubo disponía para la optimización del consumo de agua», según detalla el informe de la Patrulla Verde de la Policía Local de Toledo. Informe al que ha tenido acceso encastillalamancha.es.
La nube de polvo que ayer se pudo observar que salía durante el proceso de retirada de los restos de amianto de una parcela del barrio de Santa María de Benquerencia, en Toledo, fue provocada cuando se volcó el contenido de la pala excavadora en la parte superior de la tolva, «pero hemos de matizar que los restos no son asbestos puros, sino una mezcla de lodo y cemento procedente de los decantadores de reciclaje de agua que la empresa Ibertubo disponía para la optimización del consumo de agua y éstos contienen gran porcentaje de cemento en polvo y tierras de parcela», tal y como recoge el informe realizado por la Patrulla Verde de la Policía Local de Toledo, al que ha tenido acceso encastillalamancha.es.
El informe de la Patrulla Verde también aclara que «los vientos, en el momento de la retirada, son contrarios a la ubicación de las viviendas próximas del barrio de Santa María de Benquerencia».
Los restos de amianto que se retiraron ayer se encontraban en la parcela propiedad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en el conocido como Barrio Avanzado y la Patrulla Verde recibió una llamada de un miembro de la Asociación de Vecinos El Tajo quien denunciaba que la retirada se estaba realizando de forma irregular.
Personados en la parcela, «las empresas implicadas en la retirada facilitaron todo tipo de inspección y aportaron la documentación requerida».
Y sobre el proceso físico de retirada, «se comprueba que los restos son levantados del terreno mediante una pala excavadora que deposita los mismos en una tolva que introduce a modo de embudo, en unos sacos contenedores para su transporte hermético al lugar de destino».
También aclaran que el proceso de retirada fue inspeccionado por la Administración de Trabajo «y los operarios actuantes disponían de trajes y elementos apropiados».