El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha expresado su opinión sobre las elecciones, donde cree que la responsabilidad no acaba con el voto del domingo. Y le sorprende que “nadie reaccione contra las leyes del aborto”.
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha manifestado su deseo de que la responsabilidad social de los ciudadanos no termine con el voto. «Tenemos el domingo 26 otras elecciones generales, tras el fracaso de los partidos políticos al no conseguir ninguno de ellos ni la mayoría absoluta ni una alianza o pacto para una mayoría suficiente en el Parlamento que surgió de la elección del 20 de diciembre de 2015. Votar en elecciones generales o locales es bueno pero, ¿basta quedarse ahí? ¿por qué con frecuencia pensamos que el único modo que tenemos de vivir en el tipo de sociedad que queremos y de influir en ella es el ejercicio del voto cuando nos toque?».
En su escrito semanal, también cree que muchos españoles como él no tienen confianza en quienes gobiernan y se pregunta: “¿Por qué no somos capaces de hacer una crítica más profunda y más elemental de la sociedad en la que vivimos, de sus mecanismo de control, de sus propagandas?”.
Rodríguez entiende que una crítica concreta sería la siguiente: «¿Cómo es posible que, con las perspectivas de nacimientos que España tiene en el futuro próximo, nadie reaccione contra las leyes del aborto o de la falta de ayudas a familias numerosas o simplemente a aquellas que tienen más de dos hijos?”.
En el Proyecto Master que lleva a cabo la diócesis “quiere acoger a aquellas mujeres en riesgo de aborto, o que sufren el síndrome de haber abortado o están solas si deciden no abortar y tener su bebé”. Asimismo, ha expresado que en nuestra “sociedad adormecida” las reacciones de mucha gente a estas iniciativas han sido menospreciar el carácter religioso de quien las lleva a cabo.
Por ello recalca que el Proyecto Master es “una crítica a una sociedad y sus partidos políticos por no ser capaces éstos de conformar una ayuda concreta a bebés de pocas semana de gestación y deslizarse, por el contrario, al recurso fácil del aborto”.